Los grandes pendientes de la 4T en Tlaxcala
Hacer un balance objetivo a 100 días del nuevo
gobierno de Morena en Tlaxcala no es tarea fácil; sin embargo, en tan corto
tiempo se pueden adelantar proyecciones que vislumbran aciertos y errores en un
futuro inmediato.
Es cierto, existen varios puntos a destacar de la
actual gestión de Lorena Cuéllar Cisneros al frente del Poder Ejecutivo, como
todo, algunos buenos y otros malos. Quizá en el rubro de salud es donde existan
más positivos; también en el de turismo y cultura, con excepción de la campaña “Tlaxcala
sí existe”, pero esa es otra historia; mención aparte merece la recuperación de
la Central de Abastos de Tlaxcala.
Tache
en la gobernabilidad de varios municipios.
El asunto de la ingobernabilidad en algunos municipios
es uno de los grandes pendientes de la 4T en Tlaxcala.
Xicohtzinco es quizá el caso más emblemático, pues la
falta de operación política por parte de la Secretaría de Gobierno y el
desinterés de los diputados locales, han propiciado que esta comuna viva un clima
de inestabilidad social que a nadie conviene.
Por el bien de todos, y sobre todo por el bien de
Tlaxcala, sería deseable que el gobierno estatal y el congreso local se
corresponsabilicen con la situación en Xicohtzinco y respalden al edil Luis
Ángel Barroso Ramírez, quien, les gustó o no, es la autoridad elegida por el
pueblo y que ha seguido trabajando y dando resultados, además de brindar,
aunque sea desde en una sede alterna, todos los servicios del ayuntamiento.
Reprobados
en seguridad
Tener al titular de Seguridad con cuentas pendientes
con la justicia, solaparlo, defenderlo y esconderlo de las autoridades
judiciales, es quizá el caso más vergonzoso del gobierno del estado y, este
tema quedará marcado durante todo el gobierno de Lorena Cuéllar, pues no existe
ni existirá argumento que valga la pena.
Sumado a la escalada de violencia que azota gran parte
del estado y que no habíamos visto antes, así como el recrudecimiento de actos
que rayan en el horror y que, considero, vale la pena no enlistarlos ni abonar
a ese escenario de miedo y zozobra que vive gran parte de la sociedad
tlaxcalteca.
Pero, si se analiza con detenimiento y sin filias ni
fobias, el gobierno del estado debe dar un vuelco en la estrategia de seguridad
y junto con los municipios ponerse las pilas y trabajar para mantener a
Tlaxcala como un estado tranquilo y seguro como ya nos habían acostumbrado en
el pasado reciente.
El
sinvergüenza
Noé Rodríguez, próximo miembro del gabinete de la 4T
en Tlaxcala, es quizá el caso más patético decadente de la política local
tlaxcalteca, es el vivo retrato de la podredumbre y de por qué la sociedad está
asqueada de los partidos y los políticos de siempre.
El pasado lunes sin ninguna pena ni vergüenza, el ex dirigente estatal del PRI, ex diputado local, ex funcionario público y ex presidente municipal, llegó puntual, bien bañadito y peinadito a aplaudir el mensaje con motivo de los 100 días de gobierno de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Aquí queda el viejo refrán: “Que lo compre quien no lo
conoce”. Pobres de los Morenos de a pie, que en unas cuantas semanas tendrán
que defender a quien unos meses atrás gritaba a los cuatros vientos que el
partido del presidente Andrés Manuel López Obrador era lo peor que le pudo
haber pasar a México.
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