Cuando el río suena…
Nos enteramos que en la Secretaría del Medio Ambiente
de Tlaxcala, antes Coordinación General de Ecología, el personal ya no aguanta
los desplantes, malos tratos y prepotencia del titular, Luis Antonio Ramírez
Hernández.
Al oriundo del estado de Morelos, dicen, no lo soporta
ni el mismo sol, y es que con el argumento de que fue coordinador de campaña de
la hoy Gobernadora Lorena Cuéllar, cree que tiene el derecho para hacer y deshacer
a su antojo. Es la hora que no se le ha visto su trabajo a ras de campo, no
conoce la problemática del estado ni mucho menos conoce las necesidades de la
gente del sector.
Luis Antonio Ramírez salió bueno para la grilla pero
malo para la chamba y el servicio público. Ojalá y pronto recapacite y se ponga
a trabajar en serio, que para eso le pagamos todas y todos los tlaxcaltecas.
Justicia selectiva…
Hoy nos enteramos que la Procuraduría General de Justicia
del Estado (PGJE) por fin logró detener a un presunto implicado en el cobarde
asesinato del ex diputado local del PAN, Miltón López Avendaño.
Qué bueno que por primera vez, después de más de 100
días de mutis, por fin la PGJE a cargo de Ernestina Carro Roldán se puso a trabajar
e informar algo, pero qué malo que solo den resultados y salgan a medios
después de la presión mediática y, porque el hoy occiso era un servidor público
en Apizaco.
Lo deseable sería que no solo a un personaje como
Milton se le hiciera justicia, sino también a las decenas o cientos de casos
archivados, los cuales son también hombres y mujeres que merecen la misma
atención de las autoridades estatales.
Al toro por los cuernos…
La buena noticia es que la gobernadora Lorena Cuéllar
por fin superó su Covid-19 y con ello inició sus reuniones de manera
presencial.
Es una buena noticia, porque los empresarios y el sector productivo esperan que corrija las torpezas de los miembros del Consejo Estatal de Salud, quienes dictaminaron medidas restrictivas hechas al vapor, sin pies ni cabeza.
La pandemia por Covid-19 lleva ya dos años y a estas
alturas todas y todos deberíamos haber aprendido a vivir con ella. Cerrar de
tajo solo ciertas actividades lastima la economía de cientos o miles de
tlaxcaltecas que buscan llevar sustento a sus hogares. Hay que respetar, sin
duda, los protocolos sanitarios pero también hay que dejar que la economía y
los empresarios sigan produciendo. Al final y como dice el presidente López
Obrador, en Tlaxcala y todo México: Prohibido prohibir.
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