En un espectáculo digno de una telenovela de baja calidad, Carlos Pimentel, el candidato perdedor del partido Morena a la presidencia municipal de Huamantla, ha recurrido a actos desesperados y vergonzosos en su intento de confundir a la ciudadanía.

Pimentel, en su afán de ensuciar el proceso electoral, ha utilizado medios afines a su proyecto para propagar mentiras durante el conteo de votos en las instalaciones del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).

Los voceros de Pimentel intentaron sembrar la duda afirmando que se habían encontrado boletas falsas a favor del candidato del Partido Verde, Salvador Santos Cedillo; sin embargo, estas acusaciones fueron rápidamente desechadas por la autoridad electoral luego de una exhaustiva revisión, dejando en claro que no había ninguna irregularidad en el proceso.

La bajeza de Pimentel no se detuvo ahí. El candidato poblano, evidentemente incapaz de aceptar su derrota, parece decidido a incitar a la violencia con sus infundadas acusaciones. Ayer, sus provocaciones alcanzaron un punto álgido en el Consejo municipal, donde no se pudo llevar a cabo el conteo de votos solicitado por su partido debido a los disturbios incitados por sus seguidores.

Es lamentable que el candidato poblano recurra a tácticas sucias y engañosas, mostrando un desprecio absoluto por la democracia y el bienestar de Huamantla, pues sus acciones no solo buscan desestabilizar el proceso electoral, sino que también ponen en riesgo la paz y la seguridad de los ciudadanos.