Mientras el gobierno del estado de Tlaxcala sigue disfrutando su borrachera después de ser sede del mundial de Voleyball de Playa y tras llenar el zócalo de Tlaxcala para mostrar su amor al Presidente Andrés Manuel López Obrador, los ciudadanos de a pie, el pueblo raso sigue padeciendo los efectos de una pésima estrategia para combatir e inhibir la delincuencia y la inseguridad.

No hay semana que no nos enteremos de algún robo con violencia o de comandos armados que vulneran la paz y tranquilidad de las familias tlaxcaltecas, así como de homicidios, feminicidios y asaltos que están a la orden del día.

Y mientras el pueblo bueno sufre, parece que en Tlaxcala ya adoptaron la política de abrazos y no balazos que tanto ha lastimado al país, sino, pregunten como viven los ciudadanos en estados como Morelos, Michoacán, Sonora, Sinaloa, Guerrero y muchos otros más que están mal gobernados por Morena.

Por cierto, mientras a los morenistas el gobierno del estado les organizó, pago y recibió con bombo y platillo, escenario, luces y sonido para promover su revocación de mandato, a las mujeres que marcharon el pasado 8 de marzo la 4T las recibió con vallas, toletes y gas pimienta. De ese tamaño son sus prioridades.

La mentira de la federalización…

Al gobierno del estado de Tlaxcala no le basta con tener muchos pendientes por resolver, como es el tema de la inseguridad, ingobernabilidad y problemas en el sector educativo, ahora abrieron otro frente en contra del sindicato de salud.

Con tal de darle la razón al gobierno federal, en Tlaxcala están empeñados en lograr traspasar los servicios de salud del estado a la federación, sin embargo, lo que no han dicho es que detrás de ese viejo esquema de salud, pues data desde los años 70, lo que buscan es desaparecer a los sindicatos que no son afines a la 4T y de paso desaparecer los derechos y conquistas ganadas por años de lucha por parte de la base trabajadora.

Y es que, si en tres años no han hecho nada por mejorar la atención y los servicios de salud tanto en el IMSS como en el ISSSTE, como es que piensan que juntando los del estado las cosas van a mejorar. Si la salud en los estados no ha colapsado, es por la intervención e inversión de los gobiernos locales y, sobre todo, por el compromiso de miles de trabajadores que lo hacen posible.

Por ello, hace bien la líder y también diputada local, Blanca Águila Lima en oponerse a esta intentona que no augura llegue a un buen puerto, pues la lucha que estamos viendo no es solo por ser contrario a Morena, sino por defender el futuro de miles de trabajadores del Sindicato de Salud.