Se prenden las alarmas
El conflicto con todos los grupos de oposición que marcharon el pasado 9 de agosto en contra del gobierno del estado, se ha convertido en una olla exprés a punto de estallar, y el punto de inflexión se puede vivir en el desarrollo del próximo mundial de voleibol de Playa.
Y es que lejos de que dependencias como la Secretaría de Gobierno a cargo de Sergio González Hernández y, otras instancias más, hubieran trabajado desde antes, en una estrategia proactiva y no reactiva para gestionar las distintas políticas públicas que iban a implementar, decidieron hacer oídos sordos.
Con el cese del líder del sindicato 7 de mayo Edgar Tlapale y su compañero Jaime Rodríguez Cortés, el gobierno del estado eligió echarle más leña al fuego y encender aún más el bosque.
A estas alturas del partido, está claro que a la gobernadora Lorena Cuéllar, su grupo cercano, léase Sergio González y toda su camarilla, la mantienen encapsulada y por consiguiente no le han platicado la película completa.
Es cierto, la mandataria llegó al poder con un bono democrático y de gobernabilidad demasiado alto, pero los yerros de su equipo de trabajo y sobre todo las fallas en materia de gobernabilidad, seguridad, obra pública y comunicación han provocado que su aprobación vaya en franca picada.
Ya veremos qué pasa el próximo 5 de octubre cuando millones de ojos se pongan en Tlaxcala, por el momento, se respira una tensa calma y todo puede pasar.
Comentarios