No hay duda que la gobernadora Lorena Cuéllar no aprende de sus errores y cada día pierde más liderazgo y credibilidad en el escenario político local y nacional.

Luego del abandono que han sufrido los senadores reeleccionistas por el partido Morena, José Antonio Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera Rivera, la mandataria tlaxcalteca se vio obligada a enmendar su error.


Recordemos que, hace unos meses, en la contienda interna para elegir candidato a la presidencia de la República, la jefa del ejecutivo local, apostó todas sus canicas a Adán Augusto López Hernández; luego, en la lucha por el senado apoyó a su ex funcionarios Sergio González Hernández  y Alfonso Sánchez García.


Como ambos candidatos perdieron estrepitosamente las encuestas de Morena, la gobernadora volvió a equivocar la estrategia y mandó a su exsecretario de gobierno a competir por un escaño al senado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).


Sus yerros y falta de oficio político son los que han significado que la gente de Morena y, sobre todo, los fundadores se sienten decepcionados, pues al impulsar una causa perdida como la de Sergio González e imponer candidatos en municipios como la capital, Chiautempan, Tlaxco y Contla, por mencionar algunos, el resultado ha sido la división del voto y de su grupo político.


Ayer lunes, la gobernadora presumió una reunión de trabajo con Álvarez Lima y Rivera Rivera, lo cierto es que, dicen los que saben, el cónclave fue más un jalón de orejas por parte de la candidata Claudia Sheinbaum Pardo, pues su operación política en Tlaxcala, de cara al 2 de junio ha dejado mucho que desear.