Hay un tema que paso casi desapercibido en la entidad desde hace dos meses. Me refiero a la tomadura de pelo que la corcholata morenista, Adán Augusto López Hernández le hizo a los policías tlaxcaltecas.

Me explico, a finales de mayo, el entonces Secretario de Gobernación visitó la entidad para inaugurar con bombo y platillo el nuevo Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones, Coordinación e Inteligencia (C5i).

De paso, aprovechó para placearse rumbo a la carrera por la presidencia de la República, pues igual que hoy, estaba urgido por posicionarse y dejar el tercer lugar de las encuestas de Morena.

En el acto hizo dos declaraciones que dieron mucho de qué hablar, las dos las dio enfrente de su “amiga” la gobernadora Lorena Cuéllar.

La primera: que Tlaxcala no es el estado más seguro del país, pues esa posición la ocupa Yucatán. La segunda: que a partir del 15 de junio se firmaría un convenio para homologar e incrementar el ingreso de los policías tlaxcaltecas.

Han pasado más de dos meses y la situación se mantiene igual: Adán Augusto sigue en un lejano tercer lugar en el proceso interno de Morena, Tlaxcala sigue hundido en la inseguridad y la violencia y los policías tlaxcaltecas siguen cobrando lo mismo.

Apenas la semana pasada, la propia gobernadora Cuéllar tuvo que salir al paso y confirmar que por lo menos, para este año, en Tlaxcala no existen las condiciones para consolidar un aumento al salario de los policías estatales, con lo cual tiró por la borda una de las promesas hechas por su corcholata preferida.

Lo peor del caso es la desesperación en la que ha caído López Hernández, pues con tal de subir en el ánimo de la gente ha hecho de todo, hasta prometer en público cosas que sabía que no iba a poder cumplir.

Ya nos imaginamos lo que pasaría de ser candidato de Morena en 2024, seguro diría que con él como presidente, México conquistaría la luna y que la violencia se borraría de un plumazo.