Sin lugar a equivocarme, la diputada local del PRI, Blanca Águila Lima es la única de ese partido que juega su papel verdaderamente opositor y en la comparecencia de la titular de la PGJE, Ernestina Carro Roldán, fue la única que puso el dedo en la llaga.

Aunque algunos del oficialismo lo quieran cubrir, el sol no se tapa con un dedo y la verdad, tarde, pero siempre flota.

Y es que la diputada del PRI cuestionó a Carro Roldán que no contaba con su evaluación de control de confianza que exige la ley y aunque hasta boletinaron desde avenida Juárez que ella y la subprocuradora realizaron sus exámenes en agosto de 2022, dicha información los muestra de cuerpo entero.

Si sus exámenes aplicados en la Ciudad de México los hizo en agosto del 2022, quiere decir que la “Fiscal de Hierro” estuvo 11 meses, de septiembre del 2021 a agosto del 2022 actuando fuera de la ley.

Es de recordar que Ernestina Carro fue designada como encargada en el despacho de la PGJE el 3 de septiembre del 2021; y para el 15 de ese mismo mes fue elegida por la 64 Legislatura local como procuradora estatal.

Por ello, es que una vez más la diputada y líder del sindicato de salud Blanca Águila puso de nuevo el dedo en la llaga, algo que deberían hacer y aprender sus compañeros de bancada, Diana Torrejón y Fabricio Mena.