La volvió hacer…

La volvió hacer…


Fiel a su estilo, el presidente Amlo, lanzo la bola y la oposición volvió a caer redondita. La reforma electoral, al igual que la eléctrica, es una propuesta que está destinada al fracaso, pero eso es lo que menos importa.

Se puede anticipar que una reforma electoral de este calado no alcanzará los votos necesarios que se necesitan para salir adelante. Eso lo saben en palacio nacional, y por ello la han enviado directo al matadero, pues su finalidad es otra.

La sociedad en general, está harta de las burocracias, en la que se ha convertido el sistema político mexicano, reducir el número de representantes que son electos por la vía plurinominal, es un anhelo de la gran mayoría de los mexicanos. No importa si la reforma, en verdad plantea ese tema, o es un asunto mediático, y no conlleve a nada.

Pero que electoralmente, es un discurso rentable, para el Presidente. Su narrativa, será que los del PAN, PRI, PRD y MC, como siempre se oponen a la austeridad, y que no la aprueban, pues saben que con esta reforma sus canonjías se verán frenadas.

En el colmo la llamada oposición, ha presentado una contrapuesta de reforma electoral, además de quejarse por ser llamados “traidores a la patria”, y ser víctimas de persecución política, para ello acudirán ante instancias internacionales, para denunciar esos hechos.

En este contexto, la polarización continua, entre dos polos opuestos que al parecer cada uno le habla al sector al que pertenece; Amlo a los de abajo, y la oposición a los de arriba.

Ese maldito, sesgo de clasismo, racismo y misógina continua, y sin querer los dos discursos que hoy tienen los micrófonos abiertos se han ocupado de perpetuarlos.

Por ello, se explica, como Amlo, pese a las ocurrencias y metidas de pata de sus colaboradores, no deja de tener un índice de aprobación alta, y por ello no baja del 60%. Su sector al que le envía sus mensajes los tiene cautivados, mientras la alianza opositora, sigue sonando simplona, sin un discurso que penetre en la colectividad, pues la gran mayoría de la sociedad ve a estos líderes, Marko, Alito y Zambrano, como la elite que le ha hecho mucho daño a este país. Y pareciera ser el cuento de nunca acabar…