A la ciencia cárcel, al pillo abrazos…

A la ciencia cárcel, al pillo abrazos…


Vaya atrevimiento el que hemos vivido las últimas semanas. Mientras en este reciente período se sumaron 3.8 millones de mexicanos en situación de pobreza, para alcanzar los 55.7 millones. En tanto, de 8.7 millones de mexicanos en situación de pobreza extrema aumentó un 2.1 para alcanzar la cifra de 10.1millones de mexicanos que no les alcanza ni para comer, según las últimas cifras dadas a conocer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Así mismo, la percepción de inseguridad alcanza un 66.6% entre la población mexicana mayor de 18 años, según datos del INEGI, esto derivado del grado de violencia que se ha desatado en gran parte del territorio nacional, donde las células criminales han atemorizado a la población.

Todo este escenario, se da en un marco donde en México el Fiscal General de la República, se encuentra más preocupado por llevar a la cárcel a treinta y un científicos, que a decir de sus investigaciones ministeriales desviaron o robaron algo así como 244 millones de pesos.

En México todo puede pasar. Muchos académicos o científicos viven a la orden del día, o forman parte de esa comunidad detestada por el discurso presidencial; la clase media que, apenas les alcanza para irla pasando. Entre pagar la mensualidad de su casa, de su auto, de sus tarjetas de crédito y colegiaturas de sus hijos se les va su salario.

Pero también, hay algunos que han encontrado por este medio la forma de lucrar. De ver en el conocimiento una forma de sangrar económicamente a quien se deje. Sin ánimo de descalificar a determinada persona, conozco a intelectuales que llegan a cobrar por una conferencia de esas a las que denominan “Magistral”, desde los 70 a 150 mil pesos, por escasas dos horas de disertación. Eso sí, como estrellas de la farándula, te ponen un sinfín de condiciones, que muchas veces van desde el tipo de hospedaje, traslado y alimentos que como estrellas de Rockstar habrán de degustar.

 

No dudo que algunos hayan abusado, y que efectivamente estén inmersos en la comisión de un delito. Pero de eso, a hacer toda una parafernalia, pues ya un Juez de Distrito les ha negado la orden de arresto contra los involucrados en este escándalo, y el Fiscal Gertz Manero, parece encontrarse empecinado en llevarlos a la justicia. Deja ver la pobreza de sus investigaciones, ahora se entiende porque hay tanto criminal suelto en la calle, sonriendo complacientemente, pues saben que la política de abrazos es lo de hoy.

En tanto, la cárcel es para hacerle al circo mediático, y que los políticos de la oposición se sigan rasgando las vestiduras, total la desarticulación del bloque opositor va viento en popa. Un PRI sumiso, entregado y complaciente, pues añora los días de comer las mejores viandas y con bonanza.

Un PAN, que no ha encontrado un discurso que genere empatía entre la población, al contrario, vemos a una Lili Téllez, antes morena, ahora empanizada, decir sendos discursos que solo dejan ver su lado que siempre ha sido su lado fuerte el de la arrogancia. Un Diego Fernández de Cevallos o un Fox, que solo dejan ver su pedantería y altanería; lo que digan solo unos cuantos le aplauden, si en su momento no hicieron nada, hoy quieren convertirse en adalides de la democracia, al diablo con ese cuento. Y ya ni qué decir del PRD.

Mientras un hombre avezado en Palacio Nacional sonríe cada mañana, viendo cómo lleva a esos neoliberales, conservadores u orgánicos a la arena que más le gusta, esa movediza que polariza y dónde siempre le sabe sacar provecho.