El que se lleva se aguanta…
El
pasado primero de julio, la 4t, estuvo de manteles largos. Ocupo la
inauguración de uno de sus proyectos insignias; la “Refinería de Dos Bocas”, y
fue en su natal Tabasco, donde Amlo, dio a conocer sus cifras alegres en estos
cuatro años de gobierno.
Cuatro
años que para unos ha sido una pesadilla. Y lo vemos en los constantes ataques
que de un lado y otro se traen. El presidente los torea, y como fieles
corderitos caen en sus trampas y discursos provocadores.
Lo
mismo, le da provocar y burlarse de la llamada oposición que ha conformado,
PAN, PRI y PRD, que de periodistas como Carlos Loret, Jorge Ramos, y varios
más.
La
última fue, la que le hizo a Carlos Alazraki, el publirrelacionista, al que
llamo “hitleriano”, y que de inmediato causo el enojo de la comunidad judía. Es
natural que utilizar un término de esta naturaleza para señalar a una persona,
no es idóneo, por donde quiera que se le vea. Sobre todo, porque en esa
palabra, pesan millones y millones de vidas, que formaron parte de unas de las
historias más oscuras de la humanidad.
Sin
embargo, la memoria es corta, pues ahora que han salido a la defensa de este
personaje, que igual ha utilizado el discurso de odio, para denostar a los
seguidores de Amlo, a quienes ha despreciado y ha dicho que la “4t es una
mamada”, o burlarse de los partidarios de este proyecto, que, si bien no
podemos compaginar, pero la tolerancia debe estar de por medio.
El
mismo Alazraky, se ha referido a Amlo, como una copia de “Trump, Mussollini,
Hitler, Franco, Fidel Castro, Stalin”, vamos el brillante señor, se ha metido a
cruzar palabras en eso que él mismo critica; la polarización y recurre al mismo
discurso, de la denostación, el desprecio, la humillación para discriminar al
otro.
Ahora
que, por desgracia, él fue el denostado o discriminado, se le pusieron los
pelos de punta, y varios sectores salieron en su defensa. Si bien, un jefe del
Ejecutivo, no debe recurrir a este tipo de mensajes. Pero, ya conocemos el
modelito, así está hecho, así seguirá, lo peor es seguirle con su juego.
Mientras, la inseguridad sigue en niveles
desorbitados, la economía sigue en picada, el alza de la canasta básica sigue
repuntando, el desempleo, los robos y asaltos no cesan, los feminicidios siguen
lacerando la dignidad de las mujeres, situación que parece ya se hizo una
triste costumbre, mientras los distractores son cada día un arma letal que a la
larga está llevando a este país al fracaso.
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