Entre chistosadas y ocurrencias…
Cada
semana que pasa, es un escándalo o una ruta política diseñada hábilmente por el
Presidente. Pero las chistosadas, ocurrencias o escándalos parecen no dañar a
su proyecto político.
La
política contra la inseguridad pública resumida en el simplismo que caracteriza
a este gobierno: ¡Abrazos no balazos!, sigue sumergiendo al país en una crisis
de inseguridad en niveles no vistos; si bien es una herencia maldita de
gobiernos anteriores, en este de la esperanza, parece no dar los resultados
esperados.
El
combate a la corrupción, que de manera sencilla se nos dijo que se iba a
terminar, “como se barren las escaleras, de arriba hacia abajo”. Parece que no
ha tenido los efectos deseados. Más aún, se han dado a conocer situaciones que
ponen en entredicho esta política, donde el hermano, el hijo y la prima del
Presidente Amlo, han sido señalados de estar involucrados en actos de
corrupción, dejado en jaque la autoridad moral del gobierno de la esperanza.
Su
animadversión en contra de los grupos progresistas, que un 8 de marzo
encontraron a Palacio Nacional convertido en un bunker, muestra el grado de
insensibilidad hacia este sector.
La
política errada para hacer frente al Covid-19, que dejó una estela de muerte y
dolor en los hogares mexicanos y, con la ironía de que ya se veía la luz al
final del túnel; manteniendo al frente a un personaje que le apostó más a la
lambisconería y el queda bien como si fuera un político a la usanza mexicana y
no un científico que tenía en sus manos la salud y vida de los habitantes de un
país.
Sus
peleas en contra de los periodistas no afines a su proyecto, su confrontación
con los gobiernos de España y Panamá, por situaciones inverosímiles. Hasta
mandar al carajo a los conservadores o quienes se opongan a sus mandatos, son
algunas de las maneras en las que se conduce a diario la política gubernamental
desde el pulpito sacramental en las que han convertido las mañaneras.
Pero
a todo esto, ¿qué está pasando con el bloque opositor de va por México? Parece
no encontrar la brújula en el camino sinuoso que le ha impuesto Morena. Sino
pasa otra cosa, el partido de la esperanza, se alzará con la victoria en
Oaxaca, Hidalgo, Tamaulipas, Quinta Roo y Durango, y el PAN tendrá que
conformarse con retener a Aguascalientes.
El partido del presidente, pese a los errores
que comete continuamente parece estar vacunado contra los escándalos. De darse
este resultado, gobernará 23 estados y cerca del 60% del territorio nacional.
Ante la incredulidad de varios, así es el panorama que se avecina. Pues del
otro lado la oposición parece tambalearse con los escándalos que han salido a
relucir en contra de “Alito”, pues aquí no están vacunados para aguantar este
tipo de misiles, debido a que una gran mayoría no les cree nada. Así las
ironías de los políticos mexicanos…
Comentarios