Ante la llegada de la temporada invernal, las autoridades sanitarias han explicado hasta el cansancio de un posible rebrote del virus que tiene asolada a la humanidad,

Incluso, la Organización Mundial de la Salud, ha informado que este fin de semana se dieron 465 mil 319 casos positivos de Covid-19; lo que marca un tercer día de récord de contagios. Se estima que 1.15 millones de personas han perdido la vida alrededor del mundo+.

Francia, con más de 41 mil casos en las últimas veinticuatro horas, han obligado a que la autoridad sanitaria del país Galo decretara toques de queda este fin de semana.

En tanto, el Gobierno español de Pedro Sánchez, se ha visto obligado a restringir algunas zonas de ese país ibérico, ante el rebrote que está sufriendo un país que ha sido severamente dañado en su economía y que ha amenazado por recurrir a los toques de queda de persistir el elevado índice de contagios que en las últimas veinticuatro horas fue de 7 mil 953 casos.

La Republica Checa, ha registrado una cifra récord de contagios de cerca de 15 mil casos. Lo que tiene sumergido a ese país en una crisis de atención hospitalaria. Italia, Alemania, Bélgica, Ucrania, Portugal etc., en las últimas horas han visto como la pandemia sigue latente; dicen ellos que han vivido una “jornada negra” ante este virus que no cede.

En México, la situación también es complicada. Con 891 mil 160 personas contagiadas y 88 mil 924 fallecidos, el virus acecha de acuerdo a los datos de este fin de semana. Aunque, ahora, otros temas más políticos y controvertidos han inundado el medio informativo; parece que Covid, ha pasado a segundo plano.

Sin embargo, este fin de semana un lamentable deceso sacudió a la clase política tlaxcalteca, la muerte del Senador Joel Molina Ramírez, aspirante al gobierno del Estado, es un tema que nos debe invitar a la reflexión.

Más allá del reacomodo que muchos avezados ven en el mapa electoral. El deceso del Congresista nos deja varias lecturas, y que sólo un político o política responsable no debe pasar inadvertido.

Me pregunto, ¿qué parte de las medidas sanitarias no conocen o, en su caso, no quieren reconocer los hoy aspirantes a un cargo de elección popular? De verdad es inadmisible la conducta de varios de ellos.

Con total irresponsabilidad posan para la foto, con el típico abrazo y esos arrumacos que suelen verse más falsos que una reconciliación que está a punto del divorcio marital. Eso sí, sacan a relucir su mejor sonrisa, una sonrisa que pretenden les dé dividendos electorales; aunque una vez sentados en el poder, la cambian por prepotencia o arrogancia… bueno, no en todos los casos.

Igual, no dejan de faltar los baños de pueblo, que sólo en estos días conoceremos y después ni sus luces. Lo mismo les da salir comiendo garnachas, antojitos mexicanos, posando con la típica olla de mole, degustando un rico elote, en fin, han convertido esa pasarela en una romería, y que sólo es transitoria.

Y, no han dudado en mandar a sus operadores políticos a hacer campaña a la vieja usanza. En el típico toque de puertas, o reuniones con su base y/o militancia. Para colmo de los males, han utilizado las redes sociales para promocionarse. Ante la complacencia de la autoridad electoral (ITE).

Su poca visión y capacidad que muestran para aspirar a un cargo, los tiene presos de sus propios enconos. Las redes sociales las usan para las campañas negras, para denostar y desprestigiar al adversario, con notas falsas o rumores que dejan ver su poca estatura intelectual y política. Y eso que aún no comienzan las campañas en forma.

No entienden que la sociedad está esperando conocer un plan de trabajo, que permita a las familias salir de la crisis provocada por el virus. Por ejemplo: cómo se le hará para mejorar el empleo, las inversiones, cómo garantizar la salud y el regreso a clases sin que nuestros hijos se contagien, etc.

De qué forma paliar la adversidad económica que se tiene a la vista. Qué haremos con el campo, cómo incentivaremos a los deportistas, en fin, hay mucho trabajo por hacer. Mientras ellos, los que se dicen políticos de carrera siguen sumergidos en su pasado y parecen no darse cuenta.  ¿Qué triste panorama?