Prevenir la otra pandemia: La salud mental
Estimados lectores, desde el pasado diecisiete de marzo diez entidades federativas suspendieron clases, la otra parte lo hizo a partir del veintitrés del mismo mes y año en curso. En promedio estamos hablando que son cerca de cincuenta días que México dejo la cotidianidad para adaptarse a esta nueva realidad motivada por Covid 19, aquí le presento algunos datos que pueden ser interesantes o porque no preocupantes.
Sabía usted:
Que de los ciento veintisiete millones de habitantes que se tiene pronosticado para este 2020 por el INEGI en México, solo el 35% de la población cumple con las medidas de confinamiento decretadas por la autoridad sanitaria.
Que en México ha aumentado el consumo de material pornográfico, hasta en un 20% en los últimos días, así como los horarios se han prolongado hasta la madrugada por parte de los usuarios para ver este tipo de materiales.
Que el consumo de video juegos o mobile gaming, ha crecido hasta en un 36%, lo cual representa un fuerte negocio para las compañías de este sector. Pero de seguirse por esta ruta, los resultados al final del confinamiento serán severas para las niñas, niños, adolescentes y jóvenes, pues esto traerá como consecuencia sedentarismo y por tanto obesidad, así como enajenación y pereza mental para realizar las actividades ordinarias que se deparan en el futuro.
Que la autoridad educativa ha tomado como medida las clases virtuales, como una forma de no dar por perdido el ciclo escolar. De acuerdo a los últimos estudios del INEGI, en las zonas urbanas solo el 76.6% de la población urbana es usuaria de Internet, en tanto en las zonas rurales el 47.7 %, en días ordinarios. Ya que este mismo estudio nos indica que solo el 44.3% de los hogares en el país cuenta con una computadora.
¿Cómo le hacen aquellos infantes que no cuentan con algún medio electrónico que les permita acceder a esta nueva modalidad educativa? Otro tema es que los docentes no han sido capacitados para dar clases por esta vía, ni tampoco el Estado les otorga los insumos necesarios o tecnológicos para poder prestar este servicio.
Que el consumo de alcohol, tabaco y drogas es considerado un problema de salud pública en México, de acuerdo con la última “Encuesta de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-2017”; nos revela que el 75% de la población consume alcohol y de este 20% lo consume en exceso. En tanto 8.4 millones de personas mayores de 12 años en México ha consumido drogas. Y que en nuestro país hay más de 15.6 millones de fumadores.
Lo anterior es para ilustrar, que ante la pandemia y el confinamiento que estamos viviendo existe un importante sector de la población que puede ser vulnerable a cometer una infinidad de actos que atenten contra su vida, uno de ellos el suicidio. La tasa de suicidio anual es alrededor 6,808 personas en México según datos del INEGI.
A decir de los especialistas en problemas de salud mental, un importante sector de la población que vive confinado y con problemas hacia alguna adición, o con padecimientos como la depresión, ansiedad, angustia, miedo, esquizofrenia, son factores para que muchos decidan acabar con su vida vía el suicidio.
La Organización Mundial de la Salud ha pronosticado que para este 2020, la depresión será la primera causa de discapacidad en México.
Si a esto le súmanos factores sociales como la situación económica, el desempleo, la pobreza, y falta de recursos económicos para garantizar la canasta básica en sus hogares, la situación se complica aún más. Ya que estos factores se convierten en un fuerte caldo de cultivo para tomar falsas soluciones o en el peor de los casos salir por la puerta fácil aun en contra de su vida.
Ante este otro problema que se avecina, y que notaremos sus consecuencias hasta que la pandemia haya pasado, los gobiernos tanto de la Federación como de las entidades federativas poco se han preocupado por delinear políticas públicas hacia esta problemática. Pues actualmente solo el 30% de la población que padece alguno de estos trastornos mentales recibe atención por parte del Estado.
Una más para rematar, un estudio dado a conocer revela que siete de cada diez tlaxcaltecas les preocupa mucho el corona virus. Pero pocos, muy pocos cumplen con las medidas sanitarias, la última fue que contra toda indicación de la autoridad algunos rompieron los cercos sanitarios para acudir a los panteones a festejar el 10 de mayo, otros llevaron mariachis para enterrar a su difunto sin tomar las medidas necesarias. ¿Así la cosa, si preocupa?
Ex ombudsman tlaxcalteca y Presidente de la Academia Nacional del Derecho al Trabajo de la Asociación Nacional de Ex ombudsman, A. C.
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