A escasos 25 días para que concluya la elección. El tiempo es un factor importante que puede jugar a favor o en contra de los aspirantes. Y parece que quien si sabe medir los tiempos es el presidente AMLO. 

Sin menor recato y en plena violación a la Ley de Protección de Datos Personales, saco a relucir datos sensibles que involucran a la politóloga María Amparo Casar, quien su línea de investigación es combatir la corrupción y de eso ahora ha sido señalada.

Episodios como este se han suscitado varios; recordemos que revelo el teléfono de una corresponsal del New York Times, que paso nada. Publicó los ingresos del periodista Carlos Loret de Mola, violando no solo los datos personales sino las leyes fiscales, que paso nada. 

El presidente sabe que eso constituye una violación a la ley, pero es lo que menos le importa. Su estrategia es otra. Ganar tiempo. Eso es lo que pretende con este tipo de información, sabe que el grupo al que llama conservadores y la denominada oposición se enganchan fácilmente y lo convierten en blanco de sus ataques a los que él ya estáacostumbrado, y que a pesar de todo ni lo despeinan. 

Mientras la elección sigue su marcha. Y con este tipo de distractores la candidata oficialista sigue su camino. Cada día es un paso más a su objetivo. Los errores los comete él, los explica él, y los batea según su conveniencia. Que se viola la ley, sí. No se necesita ser un experto en derecho a la información o protección de datos personales o un prominente constitucionalista para concluir con esta hipótesis jurídica.

Con este tipo de acciones genera un distractor a su conveniencia, y hace que todos los debates de café político se centren en este tema. Olvidando los grandes pendientes que tiene este país. Por otro lado, polariza a la sociedad. Haciendo que los grupos que no están o no ven bien su proyecto político se afiancen en esa idea, a final de cuentas son votos que tiene perdidos de antemano. Lo que le interesa es afianzar a los suyos, a los que con este tipo de acciones les dice; miren como se ponen los conservadores, porque quieren seguir con los privilegios que les quitamos. 

En tanto, las campañas continúan, pero siempre en un segundo plano, porque así le conviene al hombre de espíritu maquiavélico, porque sabe que … el fin justifica los medios. Ante una oposición que no encuentra la formula para contrarrestar con talante y aplomo las embestidas. Ya que no hay oposición hay intereses en cada uno de ellos. Así las cosas de este gran país, ante pequeños políticos.