¿Y después de Covid, qué?
En estos tiempos de asueto, donde parte de los cuarenta seis días de cuaresma que inician con el primer miércoles de ceniza, y que se han convertido en un encierro obligado para varios. En tanto, otros tienen que salir a buscar el sustento diario. Lo cual nos debe obligar a repensar el mundo que queremos cuando Covid ya sea parte de la historia.
Sin duda, todos desde sus diversas trincheras viven su propia penitencia y resurrección, sin importar credo o convicción religiosa; son días que nos invitan a la reflexión y demostración de esa parte de generosidad y solidaridad que hemos olvidado.
La crisis de salud que hoy padecemos, no se debe mirar más como un obstáculo, al contrario, deberá ser un buen momento para reencontrarnos con la nobleza y humanidad perdida por la egolatría, el consumismo y la competencia a la que nos hemos acostumbrado en este mundo lleno de indolencia e individualismo.
¿Por qué no aprendemos a ser humanos y a humanizarnos como tal? Por ejemplo: no tirando basura y cuidando nuestro entorno ecológico, respetando al prójimo sin importar su sexo u orientación sexual, erradicando la violencia en sus diversas manifestaciones; dejando a un lado el agandalle y la ventaja para amolar al otro, tolerando las diferencias, y así un largo etcétera. “De un solo plumazo que Covid deje como secuela una sociedad más unidad a pesar de la desgracia”.
Sino aprendemos de la adversidad que hoy significa Covid y cambiamos nuestros hábitos, mañana que recuperemos nuestra libertad, nuestros bosques, nuestros parques, el ir y venir a nuestra fuente de empleo, a escuchar los colegios y universidades llenas de susurros y gritos de esperanza de los colegiales, volver a mirar a nuestros abuelos y abuelas postrados en sus asientos descansado con calidez y sin la amenaza invisible que hoy los tiene como el objetivo más vulnerable; esta etapa simplemente será un vacío en nuestra vida, y esta generación a la que pertenecemos será en verdad una generación perdida.
Los ciudadanos chinos tienen como premisa básica que una crisis es una oportunidad. Covid, a pesar de las victimas que está dejando en nuestro país, en nuestro Estado y comunidad, debe ser una ventana de oportunidad para ver lo que hicimos mal y replantearnos el futuro que queremos para nuestros hijos e hijas y las generaciones futuras.
Saber que la ciencia en pleno siglo XXI, vive agotada ante un virus, buscando la fórmula de combatirlo, y que sin embargo no exige mayor sapiencia que el aislamiento social y lavarse las manos entre otros cuidados. Esto nos indica que, a pesar de los avances científicos y tecnológicos, la humanidad en la era moderna y contemporánea sigue siendo tan vulnerable como lo fue en su pasado medioevo; así de fácil puede ser la respuesta, y Covid nos ha dado un ejemplo de su grandeza para destruir y de la pequeñez humana. Ojalá así lo entendamos cuando todo esto pase.
Covid también ha vulnerado nuestra privacidad, antes sagrada ahora dispersa. Los datos biométricos que te toman como medida clínica, para revisar tu temperatura y estado de salud, son datos sensibles que mañana sino se tiene el debido tratamiento, serán de gran utilidad para los políticos rapaces que abundan en nuestro país y podrán conocer tu estado de ánimo y gustos o preferencias, y manipularlos a su conveniencia como acostumbran en este país, donde el abuso es una constante.
Covid, nos ha demostrado que ninguna economía es fuerte como pareciera. Hoy, China, Estados Unidos, Italia, Francia, España, Reino Unido por citar algunos, viven los estragos que les está dejando este enemigo invisible. El mundo se colapsa financieramente, se avizoran días de escases económica y de productos de la canasta básica; es momento de enseñarnos a comprar razonadamente y evitar el acaparamiento. Pensar que existen otras familias que requieren de los mismos productos y que por nuestro egoísmo, podemos dar paso a la escases y por ende al sobreprecio.
La geopolítica cambiara, Covid se ha encargado con creces de desvestir a la clase política. Nos ha mostrado quienes son simples políticos de pacotilla que no saben hacer frente a una adversidad global como la que tenemos enfrente. Lo suyo es la arenga vacía y la manipulación del necesitado en tiempos de desgracia. Sus mentes están centradas en el próximo proceso electoral y, olvidan actuar como verdaderos estadistas; como hombres de Estado, donde haya inclusión y solución para todas y todos, donde se castigue al delincuente y se reconozca al que se lo merezca. Sin duda Covid, nos va dejar una gran enseñanza… a elegir bien lo que queremos como personas y como ciudadanos. Eso lo analizaremos en su momento.
Ex ombudsman tlaxcalteca y Presidente de la Academia Nacional del Derecho al Trabajo de la Asociación Nacional de Ex ombudsman, A. C.
Comentarios