Lo patético…
Con
una estimación del 18% de participación ciudadana, la consulta sobre la
revocación de mandato se llevó a cabo sin mayores sobresaltos.
Los
resultados, fueron los esperados. Gano ya saben quién. Y nada nuevo le abona
este sombrío ejercicio a la democracia. Se cumple un capricho presidencial y
nada más. El tan anhelado 40% de participación para que fuera vinculante este
ejercicio no llego a su meta.
Pero
lo más patético fueron, la infinidad de elucubraciones que se dieron alrededor
de este tema. Fui testigo, como personajes del PRI, PAN, PRD, se rasgaban las
vestiduras en torno a esta consulta.
Que,
si iban a votar, estarían legitimando este acto, y no ir representaría una
abstención y una manera de rechazo a la consulta. Que si Amlo, ganaba con más
de 40%, estaría en la antesala de ampliar su mandato presidencial.
La
verdad, comentarios de lo más absurdo. Ahora resulta que a este tipo de
personajes ya les salió su espíritu democrático, y parece que ahora tienen la
vara mágica para decir la verdad y la forma en que se debe gobernar.
Más
bien yo veo, a una clase política en la orfandad, y el frio de estar en la
banca, y añorar esos viejos tiempos, que saben que no volverán por ahora.
Se
sorprenden por el acarreo, el desvió de recursos públicos, y los altos
funcionarios marchando a favor de que siga el Presidente. Cuando sobra decirlo
es algo que, en este país, es parte de esa cultura política basada en la
zalamería para quedar bien con el jefe en turno.
Esas
prácticas que hoy, critican y rechazan son las mismas prácticas que llevaron a
cabo cuando estuvieron en el poder. Solo que no es lo mismo ver al toro fuera
del corral que dentro.
Patética
nuestra clase política. Lo que ayer hacían ahora les causa fobia. Esas
prácticas de comprar conciencias, y lucrar con la pobreza y necesidad de
millones de personas que no les alcanza para comer o ir al día.
De esa pobreza y necesidad, ayer se aprovecharon
los del PRI, PAN o PRD. Y hoy por desgracia Morena la esperanza de México,
sigue por el mismo camino, lucrando con la misma necesidad, parece ser el
cuento de nunca acabar…
Comentarios