Mientras la supuesta oposición o bloque opositor se rasga las vestiduras para hacer frente a la política presidencial, que a diario es motivo de críticas desde las dirigencias del PAN y del PRD. El otrora partido poderoso en México por más de setenta años en el poder; el PRI como vil chambelán de pacotilla se pone de pechito ante los dictados de palacio nacional, y parece que cada día ese mal denominado bloque opositor se tambalea.

Un Partido Acción Nacional, que, sin pena ni gloria, este fin de semana llevo a cabo su reelección en su dirigencia nacional. Una elección que pasó desapercibida, ante un partido gris y timorato como siempre lo ha sido.

Con un pseudo líder que, con la papa en la boca, trata de articular un discurso crítico a las ocurrencias presidenciales, sin embargo, este no logra cuajar en la sociedad.

Sin rumbo definido hacia el 2024, el ahora reelecto Marko Cortés ha destapado como sus presidenciables al cuestionado gobernador de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca; Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, Gobernador de Guanajuato; Mauricio Vila de Yucatán; Ma. Eugenia Campos Galván recién electa gobernadora de Chihuahua; Francisco Domínguez Servín exgobernador de Querétaro; a Santiago Creel y a Juan Carlos Romero Hicks.

Si bien los mencionados cuentan con una trayectoria política, algunos con más cartas credenciales que otros. No creo que tengan los tamaños para hacer frente al emporio político en que se ha convertido Morena. Un movimiento que pese a los fracasos en muchas de su políticas y ocurrencias deja mucho que desear. Políticamente se ve fuerte y por el momento sin sombra alguna que le pueda arrebatar el poder.

Lo que llama la atención, es la falta de mención alguna a Ricardo Anaya, el exiliado excandidato señalado por actos de corrupción y que decidió desterrarse de este país. Lo cual aún debilita más a Acción Nacional en su cometido de querer regresar a los Pinos.

Un PRD, extraviado, sin ningún espacio político de peso, y que a la salida de López Obrador perdió la brújula. Parece que en cada elección se acerca más a su extinción.

En tanto el Pri, hace lo que siempre ha hecho y bien. Estar o vivir cerca del poder, porque saben que vivir lejos del presupuesto es vivir en el error, y ahora lo veremos cuando se tenga que votar la reforma eléctrica que ha propuesto el jefe del Ejecutivo, y que parece ya tener a los legisladores de este partido en la bolsa, así las cosas, la oposición vive sus peores momentos políticamente hablando.