Discapacidad psicosocial
Estimados lectores, en una entrega anterior había advertido sobre los riesgos que implicaba la salud mental; la otra pandemia, en estos tiempos de Covid 19. Hasta ahora, ningún gobierno ha tomado previsiones sobre las implicaciones que están significando para algunos; tantos días de encierro y sus efectos colaterales que conlleva, o para otros salir a la calle por el sustento diario, y en su transitar saben que luchan contra el enemigo invisible y que solo la fe y la certeza de que el creador los regresará con bien a casa.
La guerra que estamos librando día a día, es una lucha atípica. Pero es una pandemia totalmente discriminadora. Sin importar nuestro origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, la orientación sexual, el estado civil, todos nos cuidamos de todos. Si estás en un lugar y escuchas el estornudo de alguien, inmediatamente te pones en alerta. Si ves a una persona transitar sin cubre bocas estás viendo a un enemigo mortal.
Esta enfermedad nos ha obligado a cuidarnos de todos, -lamentable pero cierto-, no saludar de beso, de mano o de abrazo, debido a que hoy son las principales armas de contagio. Mantener tu distancia con el prójimo puede salvarte, antes era sinónimo de amistad y franqueza.
La salud jurídicamente significa un estado de completo bienestar físico, mental y social; no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Covid 19, nos ha demostrado su mortalidad en cualquiera de las tres esferas de la salud.
En lo físico, han fallecido 35,006 personas por el mortal virus, con 299,750 personas contagiadas, según el reporte oficial de este domingo 12 de julio, ocupando el cuarto lugar con más fallecimientos a nivel global. Recordemos que estas cifras sólo son una aproximación del problema, pues la realidad es diferente; ya que muchas personas prefieren enfrentar la enfermedad por sus propios medios, antes de llegar a los hospitales públicos que ya han sido rebasados, visto así la situación se torna más compleja.
El Dr. López-Gatell, convertido en un experto en dar cifras y echar culpas a los estados ante la estrategia fallida que implementaron, no abona en nada a la solución de esta complicación.
En lo social, nos está dejando un aproximado de 12.5 millones de desempleados a raíz del confinamiento decretado por la autoridad sanitaria en México, según estimaciones de INEGI. En tanto, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), estima que cerca de un millón de trabajadores desempleados han echado mano de su fondo de ahorro para el retiro, pese a que este debe ser un último recurso ya que en el futuro pone en riesgo su pensión por vejez o cesantía. Por ahora, eso no importa, pues lo vital es sobrevivir, ya que el futuro es incierto.
Se estima que el sistema de impartición de justicia laboral colapse, hasta ahora hay un rezago a nivel federal de 438 mil expedientes, a nivel local cerca de 500 mil asuntos están pendientes de resolver; así como juicios laborales con 25 años de rezago y el promedio de solución de un caso es de 4 años. Covid y la ola de despidos que está originando, según los expertos en esta materia, generará más problemas que soluciones.
En lo mental, la Organización Mundial de la Salud (OMS), nos define a la discapacidad psicosocial como aquellas: …personas con diagnóstico de trastorno mental que han sufrido los efectos de factores sociales negativos, como el estigma, la discriminación y la exclusión.
En México no existe una cultura sobre este problema de salud pública, que se origina principalmente por los altos índices de violencia, marginación, pobreza, crisis económica y estrés, entre otros factores en las que vive una buena parte de la población. De acuerdo a la OMS, cerca de 300 millones de personas en el mundo sufren depresión. Y se estima que este 2020, ocupe el segundo lugar como discapacidad a nivel global.
México se encuentra en una línea delgada sobre este problema, ya que no existe un estudio oficial que visibilice este tema, y a partir de ahí se pueda dar solución a esta complicación. Covid, a su paso está dejando familias enteras en duelo, tristeza, depresión, ansiedad, aislamiento y soledad, por la muerte de un ser querido, por la falta de empleo o de dinero para subsistir o, simplemente por la añoranza de lo que ayer era normal; hoy, se esfumó como un sueño. Ojalá las autoridades voltearan a ver esta otra pandemia que se avecina, que es invisible, pero es igual de mortal que Covid.
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