Este fin de semana se conmemoró con un desfile el 111 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, esa lucha armada que cobro miles de vida de civiles, y que en teoría deberíamos pensar serviría para afianzar los ideales de justicia, libertad, igualdad y fraternidad, parece que no es así.

Miles de indígenas, obreros, campesinos, trabajadores en situación de informalidad siguen viviendo en la desigualdad social, ahora con paliativos económicos que cada mes o cada tiempo determinado el gobierno del bienestar les suministra. Obvio este apoyo económico no le empoderará en sus derechos, pero servirá para irla pasando, parece ser ese el mensaje.

Total, el dinero que antes se robaban los gobiernos del Pri o del Pan, ahora lo están convidando a través de estos programas asistenciales. Luego entonces, conviene cuestionar que tanto ha cumplido su cometido la revolución iniciada en el año de 1910, si como dice el ideólogo de la revolución Ricardo Flores Magón “… la verdadera libertad del pueblo es económica”.

Luego como justificar, que, si bien ahora en estos tiempos de la 4ta transformación su principal fundamento de protección y de discurso es “primero los pobres”, y que bien que así sea, sin embargo, algo no cuadra, cuando tan sólo en el último reporte que realizó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social en agosto de 2021, nos dice que el número de personas en situación de pobreza aumento en un 3.8 millones, así de 51. 8 millones en esta situación pasamos a un incremento de 55.7 millones de personas que están en situación precaria.

Así las cosas, no podemos hablar de una verdadera libertad que tenga como sustento la protección de la dignidad humana. Si ayer los recursos que eran saqueados por las elites y gobiernos en turno. En estos tiempos de la 4t de nada ayudará si al campesino, al ama de casa, al joven que no estudia o no trabaja, a la madre soltera, al indígena, al albañil que unos días trabaja y otros no, en fin, al gran conglomerado de la población que vive en la incertidumbre de vivir al día, solo se le da eso: paliativos.

Paliativos que solo le servirán para irla pasando, pero no para salir de ese estado de marginación en la que vive. Que bien que ahora los recursos que ayer eran saqueados ahora sirvan para mitigar a los más necesitados. Pero de nada servirá si solo les damos el pescado o mejor dicho el charal, pero no los enseñamos a pescar.

Esta población seguirá ahí marginada en la pobreza, y siendo útil cada tres o seis años en los procesos electorales. Eso no es vivir en libertad. Mucho menos en un nivel de bienestar…