Instituciones en Vilo
Estimados lectores, en la semana que concluyó se puso sobre la mesa del debate la participación del youtuber Chumel Torres, en un foro que versaría sobre; “Racismo y/o clasismo en México” organizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
Después de la polémica desatada por la participación de este personaje, un tema central de derechos humanos se acabó convirtiendo precisamente en eso, en un acto de discriminación, desde los diversos ángulos por donde se le vea.
El youtuber como todos sabemos, su sátira la basa precisamente en denostar al prójimo. Su participación en un foro de esta naturaleza de por sí iba a generar polémica. Ahora él, ha sido sometido al escarnio de las redes sociales, y privado de una de sus fuentes de empleo.
Mónica Maccise extitular del CONAPRED fue otra damnificada por estos hechos, pues los signos de intolerancia que hoy reinan en la 4T, la obligaron a dimitir del cargo. La defensora de la discriminación resultó discriminada desde las altas esferas del poder político.
Un foro que tenía como objetivo generar conciencia sobre los daños que ocasionan los discursos racistas o clasistas, denostó los grados de intolerancia que imperan en el poder público. Pero no sólo eso, sino que alimentó más el discurso de la austeridad republicana para acabar con las instituciones. Y eso si suena a riesgo.
El mandatario federal, primero dijo desconocer que existía el CONAPRED, situación que nadie creyó. Pero sirvió como aliciente para poner en tela de juicio a los organismos públicos autónomos y otras instituciones que actualmente existen en México.
Apelando a que brotaron como hongos y que significan un gasto para el Estado. Según su análisis, son cientos de instituciones y organismos públicos autónomos que se generaron sólo para simular el combate a la corrupción y el racismo. Y ha sentenciado someterlas a una revisión para ver su viabilidad actual.
Estas instituciones fueron producto de la lucha de la sociedad civil para ir avanzando en la consolidación de una verdadera democracia. Sin embargo, hay que decirlo, muchas instituciones o más bien sus titulares se han extraviado en su cometido. Esta burocracia dorada en la que han convertido a estos organismos e instituciones deben ser sometidos a análisis para transfórmalos, más no para exterminarlos.
El discurso de que nadie debe ganar más que el Presidente de la República es loable en una sociedad dolida por tantos años de corrupción e impunidad. Sin embargo, varios titulares de estos organismos inmediatamente litigaron su caso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y esta les dio la razón; como todos sabemos son derechos adquiridos que no se pueden coartar por mandato legal, más bien es un tema de principios en el ejercicio público.
Cuando millones de familias apenas y sobreviven con un salario precario, no se puede apostar a defender algo que legalmente lo tienen ganado, pero que éticamente es reprobable.
Tiene razón el Presidente cuando dice que muchos sólo fueron generados para simular (hay excepciones). Pero sí debemos observar que actualmente tenemos una CNDH, que luce extraviada. La pandemia originada por Covid 19, se ha prestado para que se cometan una diversidad de violaciones a derechos humanos, incluso la policía de un municipio de Jalisco privó de la vida a un joven por no usar cubre bocas. Pero la CNDH no ha hecho nada para frenar este tipo de atropellos; sabemos que podía emitir una recomendación general para normar y evitar las violaciones en las entidades federativas desde que inició la pandemia en México, simplemente no hizo nada.
¿Qué está haciendo el Sistema Nacional Anticorrupción? Se supone que es la instancia que coordina la prevención, investigación y en su caso, sanción de la corrupción que se cometa en los distintos órdenes de gobierno del Estado mexicano. Durante esta emergencia se han documentado casos de corrupción en la compra de insumos médicos sin licitar, y simplemente el SNA, ha brillado por su ausencia.
Y así, la lista de ejemplos puede ser larga, donde organismos que fueron creados para defender un determinado derecho humano, no han cumplido con su cometido; es tiempo de someterlos a una revisión para ver sus fortalezas y debilidades. En su caso, proponer la medidas legislativas o administrativas necesarias para hacerlos más eficaces. Pero hablar de su desaparición eso sí sería un retroceso para nuestra incipiente democracia, que cada vez se debilita más.
[1] Ex ombudsman tlaxcalteca y Presidente de la Academia Nacional del Derecho al Trabajo de la Asociación Nacional de Ex ombudsman, A. C.
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