Un antes, ahora a comenzar…

Un antes, ahora a comenzar…


La toma de protesta de Lorena Cuellar Cisneros como gobernadora del Estado, nos deja varias lecturas y escenarios que comentar.

En el pasado quedó la alfombra roja para los Beltrones, los Gamboa, los Aceves, los Deschamps, los Cevallos, los Salinas, los Ruiz Massieu, los Chuayffet, los Fox, los Calderón, los Sahagún, los Osorio Chong, y así un largo etcétera.

Si esa clase política que por décadas detento el poder en México, con las pilladas y atrocidades que conocemos y como siempre no pasó nada. Esa es la historia de México, un país que aguanta cualquier tipo de gobierno, bueno, malo o “peorcillo”.

El arribo de la hoy Gobernadora más votada de la historia, estuvo marcada por una nueva élite producto de la mescolanza política o del chapulinaje político, la alfombra no roja, sino guinda, tocó a los Sheimbaum, los Monreal, los Delgado, y a una nueva élite de gobernantes colgados en la fama y arrastre popular del presidente Amlo.

La era del grupo Atlacomulco dio paso a la era del grupo Tabasco. El glamour político a la que estábamos acostumbrados, hoy pasa a un glamour simulado en el no robar, no mentir y no traicionar, a final siempre salen con que a “chuchita la bolsearon”.

Al mismo tiempo terminó la era de la gobernanza moderna. Esa etapa que lució gris y extraviada. Con un político que representaba la nueva cepa de políticos en lo local, y que llegó al poder gracias a su mentor el exgobernador Mariano González, que ahora vive con el remordimiento de lo que creó y que a final lo traicionó a él y sus afines a su partido.

Hasta el último momento la traición fue su legado. Sin una elección que le tocó dirigir desde Palacio de Gobierno, logró ganar. Obras y proyectos que culminó fueron producto de la herencia que le dejo su antecesor. Hoy deja a un Tlaxcala, sumergido en la inseguridad, con el crecimiento de los feminicidios, una plaga que lacera la dignidad de las mujeres tlaxcaltecas, y presa de la corrupción con muchos expresidentes y exdiputados que vieron en la tibieza del gobierno la oportunidad de hacer las suyas, total, el extravió de la gobernanza moderna se prestaba para eso.

Con la llegada de Cuellar Cisneros, las esperanzas se acrecientan en una población que vive el desempleo y los estragos que ha dejado la pandemia. Su discurso inicial fue del combate a la corrupción y a la inseguridad, erradicar la violencia de género y hacer frente a la pandemia con medidas de salud más efectivas y esperemos que así sea.

Mientras en este corto tiempo ha tenido ya unos aciertos, todos sabemos que ella fue la impulsora de la alerta de género, y con los quioscos de la salud donde se prestará atención gratuita a las personas que requieran oxigeno por sufrir los estragos del Covid.

Con un gabinete de hombres y mujeres que estará a prueba durante estos cuatro meses para ver si dan el ancho. Un gabinete que dejó fuera a varios como el “chinito nomas milando”, y que creían tener el perfil, los méritos o las aportaciones necesarias en la campaña, pero simplemente por el momento no fueron considerados.

Y los que salieron ungidos, algunos sin cartas credenciales de presentación, hoy lucen como flamantes funcionarios. Algunos exdiputados señalados por la tranza, los moches, el nepotismo despacharan atrás de otro escritorio que ojalá no les permita seguir con esa desfachatez y cinismo a la que durante tres años se acostumbraron. ¡ojalá por el bien de Tlaxcala!