El problema de la democracia
En
efecto, el problema en México se llama democracia, no obstante, nuestra forma
de gobierno prevista en el artículo 40 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, el principio y el valor de la democracia está muy
lejos de cumplirse.
Una
cosa es el ser y otra el deber ser. El problema es de principios y valores de
quienes llevan a cabo funciones de gobierno. Si, habría que ver si el
gobernante gobierna con principios, valores y reglas claras, o si el Poder Legislativo
lo hace también; o bien si el Poder Judicial, en todo momento busca establecer
la justicia.
¿Otro
gran elemento es, la justicia social, para efectos de democracia, en todo caso,
cual es modelo de justicia social?, ¿Un elemento más, que debería considerarse
es, el Estado Regula el Mercado? Y, quizás el más importante, las reglas y
procedimientos para el acceso al poder, la representación y las decisiones
colectivas son claras y están soportadas por principios y valores.
Norberto
Bobbio publicó su obra “El Futuro de la Democracia” en 1984.
Esta misma obra política tuvo su última reimpresión en 2018 por el Fondo de
Cultura Económica. Para el autor, el tema es verdaderamente insidioso.
Argumenta su postura con dos citas, una de Hegel y otra de Max Weber.
En el
primer caso, a Hegel le preguntan si Estados Unidos sería el país del mañana,
Hegel responde incluso molesto, señalando que el filósofo no tiene que ver con
las profecías. “La filosofía se ocupa de lo que es eterno, o sea, de la razón y con
esto ya tenemos bastante”, concluyó.
El
otro caso ocurrió con Max Weber, al preguntarle sobre el futuro de Alemania, al
respecto respondió, “la cátedra no es ni para los demagogos ni para los profetas”.
Aun
cuando algunos no estén de acuerdo con estos dos filósofos, dice, Norberto Bobbio,
el oficio de profeta es peligroso. “En esencia, la problemática de conocer el
futuro depende de cada uno de nosotros al proyectar nuestras aspiraciones e
inquietudes. Esto significa que, los millones de proyecciones personales no
pueden recopilar una visión conjunta”, no obstante, a mi juicio, si
debería intentarse una proyección colectiva, para persuadir a los poderes en el
sentido de velar por principios y valores en beneficio de todos. En
consecuencia, Bobbio señala que su opinión sobre el futuro de la democracia es,” no
lo sé”.
Un
acercamiento mínimo de democracia, lo aborda racionalmente Norberto Bobbio,
estableciendo que “la única manera de entender este concepto es que existan un conjunto
de reglas que establecen quien está autorizado para tomar las decisiones
colectivas y bajo que procedimientos”.
Todo
grupo, señala Bobbio, “tiene necesidad de tomar decisiones
obligatorias para todos los miembros del grupo con el objeto de mirar sobre su
propia sobrevivencia. Con el objeto de que una decisión tomada pueda ser
aceptada como una decisión colectiva, es necesario que sea tomada con base en
reglas, en el que se establezca quien está autorizado para ello y mediante que
procedimientos”.
En
los Estados modernos, algunos procedimientos están claros, alguien toma las
decisiones colectivas a partir del sistema de representación. Los ciudadanos
votamos por quienes confiamos nuestro poder ciudadano a ser ejercido por los
representantes populares de manera responsable, aspiramos que sea asì. Y,
esperamos de ellos una autentica representación, con decisiones que conlleven
valores y principios por el bien de la sociedad. Esta es la forma más eficaz
para combatir la desigualdad, la corrupción y los malos gobiernos.
Comentarios