En estos tiempos cobra mucha fuerza el concepto de paradigma y su dimensión conceptual, y con ello el efecto de la parálisis paradigmática y la urgente necesidad de implementar un cambio de paradigmas.

En la ciencia política, encontramos algunos ejemplos: el paradigma, antes de la elección de 2018, era que las elecciones la ganaban uno o varios partidos políticos digamos bien estructurados, incluso un par de candidatos independientes lograron ganar una elección. A pesar del cambio de paradigma en la legislación electoral para establecer las candidaturas independientes, éstas, no se han convertido en un nuevo en paradigma, al contrario, fueron rechazadas inmediatamente.

La realidad política en México estableció que unas siglas Morena ganara una elección sin precedente, siendo Morena un movimiento social progresista, una fuerza ciudadana que creció sin límite; en este caso, no se trató de un partido político, lo que observamos fue un liderazgo eficaz que logró romper paradigmas viejos, de partidos políticos, de caciques, de líderes corruptos y de cuotas de poder.

Ahora bien, ¿dónde está la parálisis paradigmática?, creemos que esta se encuentra en el sistema político y básicamente en el actual sistema de partidos, en tanto no cambie el paradigma agotado, seguiremos sufriendo los ciudadanos la ineficacia de un sistema con parálisis paradigmática. Por tanto, es urgente pensar y repensar el sistema político, reinventar el sistema de partidos, rediseñar el papel de las autoridades electorales.

En pleno año 2020, Morena que gano la elección de 2018, no se ha consolidado como partido político, no ha logrado los consensos necesarios al interior a efecto de construir sus propias estructuras y plataformas ideológicas que lo consoliden como partido político competitivo y con grandes posibilidades para ganar las gubernaturas, diputaciones federales y presidencias municipales en juego para 2021. No obstante, al estar en crisis severa el sistema de partidos, con las siglas de Morena, los candidatos de este movimiento ciudadano, nuevamente podrán ganar dichas elecciones con el apoyo de grupos, organizaciones, ciudadanos en general que buscan enterrar, desterrar y erradicar a toda costa el viejo sistema político que requiere urgentemente un cambio de paradigmas, en donde los caciques, factores reales de poder, grupos de poder y familias que han gobernado las entidades por más de cincuenta años no se involucren más en el ejercicio del poder público, de eso se encargarán nuevamente los ciudadanos con partido, sin partido o con poco partido, vía morena. Este 2021 será su nueva oportunidad.

Los nuevos paradigmas están dando forma a las estrategias y acciones políticas para 2021. No robar, no mentir, no traicionar. liderazgos sin filiación política, Movimientos y fuerzas ciudadanas sin filiación política. Acciones inteligentes de ciudadanos para evadir y evitar la influencia de partidos políticos. Candidatos comprometidos con estos nuevos paradigmas, lideres sociales comprometidos con su comunidad, si bien, Morena no es un partido sigue siendo la fuerza ciudadana no identificada con corrientes políticas ni filiales partidistas y sin duda una fuerza eficaz electoralmente.

Hablar con la verdad, defender al país, trasparentar los recursos públicos, rendir cuentas del ejercicio del poder y de la aplicación eficaz de los recursos ha resultado un atractivo para miles de ciudadanos en este país. Bien o mal, éste es el nuevo paradigma.