Uno de los elementos que soportan la propuesta de la denominada “Teoría del Buen Gobierno como Derecho Humano” (aporte de un servidor), tiene que ver con las herramientas y técnicas de gobierno que pueden utilizar distintos actores políticos o ciudadanos en general que aspiran a un cargo de elección popular (presidente de comunidad, presidente municipal, diputado local, diputado federal, senador, gobernador o presidente de la república). El método, el modelo y la tecno política serán indispensables para establecer con mayor precisión las necesidades técnicas que requieren los aspirantes frente a un entorno que señala e indica la parálisis paradigmática del sistema político mexicano; de la simulación de procesos internos de selección de candidatos al interior de los partidos políticos;  de la ausencia de autoridades electorales vigilantes que eviten actos anticipados de campaña; gastos excesivos en precampañas y campañas constitucionales; así como el abuso de los recursos públicos en estos temas; tribunales electorales federales y locales presionados, temerosos o con actitud irresponsable en la aplicación de la ley y la observancia de principios constitucionales que salvaguarden la democracia; así mismo, ciudadanos enfrentados, divididos sin reconocimiento de su clase y con la ausencia de liderazgos que abanderen sus causas más sentidas, frente a todo ello,  en términos democráticos se ha perdido la incertidumbre, la pluralidad y la alta competencia como divisas fundamentales de cualquier modelo democrático y país progresista del mundo.

Parece claro que los actores políticos y los factores reales de poder están conformes con el escenario que acabamos de describir. No se avizoran acciones, estrategias o proyectos políticos que tengan como propósito confrontar gobiernos, sus resultados en su ejercicio, sus pensamientos convertidos en ideas fundamentales, mas no en ideologías que se destacan como partes fundamentales del edificio democrático que le urge a nuestro país. Por un periodo corto alguien se encargó de dinamitar columnas fundamentales del edificio y quienes cimentaron y establecieron los primeros niveles, ahora están ausentes, escondidos, sin palabras, sin pensamientos, sin ideas que puedan ser atrapadas y desarrolladas por los ideólogos que también están ausentes cuando menos en los escenarios que hoy vivimos.

El modelo que proponemos conlleva en primer lugar a tener capacidad política y de gobierno, no solo del aspirante a cargo de elección popular, sino también, contar con un equipo de trabajo tecno político que comprenda esa parálisis paradigmática en los ámbitos que se han descrito, comprender el entorno, planear en función de la población que se desea gobernar y desde luego, utilizar herramientas y técnicas de gobierno apoyadas con inteligencia artificial para establecer una narrativa y un discurso cada vez más preciso y en términos de eficiencia y eficacia, haciendo a un lado la simulación, la demagogia y la traición a los ciudadanos.

El modelo establece también un diagnóstico preciso de los problemas y su prioridad, seguido de las causas fundamentales y sus orígenes. Los efectos que generan esos problemas y sus consecuencias. Los actores y factores que intervienen en la producción social de esos fenómenos y finalmente las propuestas que permitan enfrentar, paliar o resolver dichas problemáticas.

El mismo modelo propone estratégicamente una generación de fuerza necesaria y suficiente para lograr el apoyo mayoritario de los ciudadanos a partir de una estrategia clara en la que se muestre el conocimiento profundo de los problemas, la capacidad que se tiene para atender a los mismo y con ello la construcción de una gobernabilidad en torno a la comunidad, el municipio, el estado o el país. Este es el verdadero plan o proyecto de gobierno.

Lamentablemente hasta ahora ningún ciudadano, militante, simpatizante o integrante de algún partido político, está interesado en una formación o capacitación en alguna escuela de gobierno para la competencia electoral de 2024. La apuesta sigue siendo “la experiencia”, “las buenas relaciones políticas” y desde luego “el dinero”. Puros paradigmas viejos.

Afortunadamente muchos ciudadanos tlaxcaltecas están consolidando cada día una Escuela de Gobierno que tiene como propósito, la formación, capacitación, docencia e investigación en temas de gobierno. Veremos en 2024 ciudadanos en un porcentaje importante de municipios competir por las presidencias municipales con herramientas, técnicas de gobierno y modelos construidos a su medida para la competencia electoral del próximo año.  Serán los primeros pasos para la construcción de nuevos paradigmas, Buenos Gobiernos como un Derecho Humano.