La sexta república
En materia de democracia y de avance en instituciones políticas, políticas públicas, de diseño institucional, pero sobre todo de pensamiento político Francia es un referente obligado. Actualmente en ese país un grupo de políticos y legisladores se han dado a la tarea de construir y proponer un pensamiento con ideas políticas que buscan establecer la sexta república, que tiene como base fundamental un stop a los malos gobiernos, a políticas públicas equivocadas, pero sobre todo, decir stop al daño y deterioro del medio ambiente.
Cabe señalar, que en múltiples reuniones de carácter internacional o global se ha planteado la necesidad de atender el tema del medio ambiente, con ello la contaminación de lagos, ríos y mares, la emisión de gases que dañan la atmosfera, la basura, el calentamiento global, entre otros muchos problemas, todo ello, desde antes de la agenda de Rio hasta la Agenda 2030. No obstante lo anterior, los países firmantes no han dado cumplimiento a los compromisos adquiridos en materia ambiental.
Por ello resulta interesante el planteamiento de la sexta república como un proyecto de gobierno desde lo local, que algunos políticos y legisladores de ese país propongan una estrategia de gobierno con una orientación humanista, de respeto y rescate del medio ambiente, como un objetivo superior de su gobierno y de sus ciudadanos. Coincidimos en este planteamiento que proponen los franceses, si consideramos que el mismo hombre ha violentado los procesos naturales de las plantas, los animales y del propio ser humano. La unidad biológica que existe entre los seres vivos de este planeta fue transgredida para fines eminentemente económicos, lo cual ha tenido implicaciones que amenazan seriamente la existencia del ser humano y de la propia vida de este planeta.
Es por ello que celebramos que algunos políticos y
legisladores de Francia realicen y propongan este modelo que vale la pena
estudiar y revisar con propósitos eminentemente de ideas políticas universales
y no solo de ocurrencias que aparentemente buscan transformar una realidad
desde la pobreza. No sobra decir que los grupos homogéneos siempre serán más
fáciles de dominar, en cambio, los grupos heterogéneos con una gran diversidad
de formas de pensar y de actuar, pensantes, tiene implicaciones de mayor
creatividad y de resultados palpables.
El planteamiento francés implica un cambio de paradigmas, uno fundamental, tiene que ver con votar por el programa y no por la persona. En este sentido, desaparecen posturas políticas como: izquierda, centro, derecha. Lo anterior tendría como base fundamental una unión popular o ciudadana, esta unidad ciudadana podría combatir el abstencionismo y daría como resultado un auténtico gobierno de coalición. Los franceses proponen en concreto una unión ecológica y comunitaria, facilitada desde el gobierno.
Se debe asumir que también implica reinventar no solo al gobierno sino la dimensión conceptual de los bienes comunes, es decir, energía, agua, petróleo, recursos naturales, reino vegetal, minerales, espacio aéreo entre otros, para ello se requiere unión popular, estableciendo cual debe ser el futuro común de los seres humanos.
En este sentido, políticos y legisladores
franceses al proponer el establecimiento de la sexta república lo hacen bajo el
principio esencial de una unión popular ecológica y social. Le dicen stop a los
muertos, a la destrucción de la agricultura y contaminación de la naturaleza y
medio ambiente.
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