El intocable artículo 40 constitucional
Históricamente nuestro país, México, tiene un diseño Constitucional de modelo Federalista. El antecedente inmediato es copia fiel del modelo norteamericano. No obstante, el modelo centralista desde el inicio mismo de la vida como Nación o Estado Mexicano reconocido por la comunidad internacional a partir de 1821.
Hoy más que nunca debemos saber que el tema de la
forma de Estado que pretende establecer el actual gobierno consiste en, si
prevalece el Federalismo previsto en la Constitución o se privilegia el
Centralismo como forma de Estado. Recordemos que Federalismo o Centralismo es
la forma en que se presenta la organización del poder en nuestro país.
Veremos cuáles son las diferencias fundamentales.
El Federalismo plantea distribución del poder en
Entidades Federativas, Municipios y Gobierno Federal, además de la concurrencia
y competencia de los tres niveles de gobierno en coordinación armónica, con un
sistema de partidos, electoral y de representación que fortalece la democracia
del modelo federalista. En cambio, el Centralismo plantea un solo gobierno
desde el centro del poder y del territorio.
El Centralismo se estableció como forma de estado
y de organización política, desde la Época de la Colonia, pasando por el
Virreinato, en la primera constitución de 1824, el Porfirismo y desde Miguel de
la Madrid hasta el actual gobierno, actualmente el gobierno está empeñado en
transgredir el artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, en el que se establece con toda claridad el sistema Federalista en
México.
Otra característica del Centralismo es la
participación decidida de algunas iglesias y religiones, hoy como en 1824
siguen deseando un gobierno central que satisfagan los intereses de sus cúpulas
de los distintos actores y factores reales de poder en México.
No obstante haber participado el actual Titular
del Poder Ejecutivo en un proceso electoral constitucional y democrático, su
toma de decisiones que afectan a la colectividad lo convierten en un
conservador que está empecinado en establecer un modelo centralista de
administración del poder y de las funciones fundamentales de la administración
pública que afectan los tres niveles de gobierno y los distintos órganos
autónomos que son parte fundamental de las instituciones democráticas actuales.
Habría que señalar, pero sobretodo cuestionar no
solo el centralismo, en la salud, la educación, la seguridad, el recurso
público, entre otras y en tratar de destruir instituciones democráticas; sino
también el contenido y el propósito filosófico en términos de ideología del
actual gobierno.
Habría que reconocer también que el Federalismo
en México no ha tenido el éxito ni el reconocimiento constitucional debido
fundamentalmente a la falta de interés de los gobiernos y los partidos por
formar, capacitar, certificar y profesionalizar los servidores públicos de los
municipios en México y de los gobiernos estatales para lograr su fortaleza,
eficiencia y eficacia a la hora de gobernar y administrar los recursos
públicos, y los previstos en el artículo 115 Constitucional.
A lo anterior debemos agregar la ausencia de
Planeación interestatal e intermunicipal para resolver problemas comunes entre
estados o entre municipios para dar cumplimiento a lo que establece el artículo
115 Constitucional.
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