Todos los mexicanos tenemos derecho a disentir, a expresar nuestras ideas y pensamientos. Incluso los mas radicales. Es un derecho humano la libertad de expresión. Hoy mas que nunca este ejercicio es una realidad en México. Todos los medios y formas de comunicación en este país, dan cuenta de esta afirmación. Gobierno y sociedad gozan de este derecho. El estado mexicano representado por sus gobernantes, tienen una línea discursiva y una narrativa con elementos ideológicos válidos. La sociedad es libre de expresar su visión en torno a los múltiples temas, escenarios y aspiraciones. Los académicos a diario generan opiniones serias a partir de sus investigaciones de los distintos fenómenos sociales y de gobierno. La prensa en sus distintas facetas, informan y generan opinión respecto de los acontecimientos y desde su muy particular vista de punto. La televisión influye determinantemente en sectores poblacionales a través de sus informativos diarios, sin cortapisa.

Es decir, todos, ciudadanos y gobierno podemos expresar con toda libertad nuestra visión de país, de sociedad, de cultura, de economía, de política, entre otros miles de temas, nacionales y globales. Desde la perspectiva del gobierno, el ejecutivo tiene una opinión, que en ejercicio de su derecho es válida. Expresar que es momento de definiciones, continúa siendo válida, expresar definiciones liberales o conservadoras es un punto de vista desde su posición que también resulta válida.

Cuestionable sería, imponer por la fuerza y a través de la ley ideas políticas, económicas u otras que traten de dañar las condiciones de la sociedad violentando sus derechos y libertades. Intolerante sería obligar a adoptar ciertas doctrinas como en otros tiempos. Intolerante sería no respetar las ideas de los demás, aun cuando sea deconstructivas. La deconstrucción es una forma de expresión válida que tiene su propio derecho universal.

Pedir definirse como liberar o conservador es tan solo una idea que sus razones y argumentos tendrá. Bastaría revisar nuevamente la historia del pensamiento económico, de los modelos y sistemas económicos que han prevalecido desde finales de la Edad Media hasta nuestros días. La lucha de clases es una realidad desde esos tiempos. Marx en su momento, en su Manifiesto del Partido Comunista estableció teóricamente, la lucha de clases entre pobres, ricos y clase media. Esta argumentación prevalece hasta nuestros días. La clase trabajadora continúa generando riqueza para unos cuantos. En su momento, los gobiernos anteriores adoptaron y protegieron a ciertos grupos y personas, olvidando a la clase trabajadora generadora de riquezas. ¿De cuál discurso intolerante habla José Antonio Crespo? Si en todo caso su opinión es la intolerante al no aceptar el pensamiento de otros. Algunos académicos se les olvida la existencia de reglas y principios, y se apasionan con los modelos establecidos, con los paradigmas que dan un status quo que al ser violentados reaccionan apasionadamente y sin razón. Recordemos que la razón no esta desvinculada de la ciencia, no hay razón sin ciencia. En este discurso de la tolerancia no es la defensa del ejecutivo federal, es la defensa del derecho humano a disentir y promover la libertad de las ideas, desde el punto de vista y la vista de punto de los distintos actores sociales, políticos y económicos.

La línea discursiva y la narrativa de los principales actores sociales y del simple ciudadano está construida a partir de sus percepciones y anhelos, pensando siempre en como ayudar a este gran país, no creo que sea lo contrario.

El presidente está en su derecho de opinar lo que el creé conveniente y nosotros también. Fin a la intolerancia.