El populismo en México
“Un fantasma recorre Europa” –afirmaban en 1848 Marx y Engels en El Manifiesto del Partido Comunista- “El Fantasma del Comunismo”.
La mayoría de los
mexicanos defendemos los valores y principios de la democracia como forma de
vida social, política y económica. Nuestra preocupación consiste en el
deterioro funcional de nuestro Estado Federado, de la soberanía popular y de la
república representativa. Le apostamos a una auténtica división de poderes.
Sostenemos que el pueblo sea siempre el supremo elector y no una sola persona.
Rescatar el
federalismo de la voraz ansiedad de un solo individuo por centralizar el poder,
el dinero público, las funciones de las instituciones y las decisiones
colectivas que afectan a todos los ciudadanos, sin el consenso necesario.
Rechazamos
categóricamente, pasar del paradigma – “El Estado soy Yo”, al nuevo paradigma “El Pueblo soy Yo”.
En la actualidad,
los mexicanos, nos enfrentamos ante un desafío institucional, normativo y
cultural de un Sistema Político Mexicano que ha dejado de ser eficaz y
eficiente.
Hemos sido
testigos de cómo el populismo, ha transformado a la democracia mexicana. Se ha
convertido en el nuevo fantasma de nuestros días, el cual no solo recorre
Europa sino todo el mundo, el fantasma del populismo, como
estrategia del antisistema y la anti-política, que enfrenta y divide a los
mexicanos, en el cual, se trata de imponer una sola idea, un gobierno
unilateral y sostiene que miremos hacia atrás y no hacia delante.
Con más de 54
millones de mexicanos en extrema pobreza, se entiende entonces el lema “primero
los pobres”, siendo esta, la estrategia del gobierno actual que regala
dinero mediante una gran nómina, para que estos grupos no piensen, para que no
exijan, para que no sean productivos, para que no paguen impuestos y para
seguir votando por un futuro que seguirá siendo el mismo, la pobreza.
Un gobierno se
legitima día a día mediante buenas acciones, no sobra recordar que más de 30
millones de ciudadanos votaron por el actual gobierno, no obstante, la lista
nominal de electores es de más de 93 millones, lo cual indica la ausencia de
legitimidad de quienes gobiernan actualmente.
Nuestra constitución
establece que la soberanía reside en el pueblo y este tiene en todo momento el
derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno, en cuanto no sean
atiendan sus necesidades, no se resuelvan sus problemas o solo se atienda a un
sector de la población excluyente y facciosa, como es el caso.
Rescatar la
democracia constitucional como modelo político que protege los derechos
básicos, esenciales en el proceso democrático, limitando el poder de la mayoría
en el gobierno y buscando la alternancia.
En una democracia
real, los pesos y contrapesos son fundamentales para el ejercicio de un
gobierno equilibrado, con transparencia, consensos y rendición de cuentas.
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