Frágil federalismo
Es innegable que en todos los países latinoamericanos los gobiernos locales carecen de calidad y eficacia en el servicio público, el diagnostico describe y explica porcentajes mínimos de gobiernos con algunas gestiones de éxito, no obstante, podemos señalar que la ineficacia, deficiencia, ausencia de calidad, formación, preparación de servidores públicos locales son incipientes y en muchos casos nulos.
La carencia de planeación transversal y alineada, propicia improvisación, falta de profesionalización, periodos cortos de gobierno y la ausencia de herramientas tecno políticas o de ciencias y técnicas de gobierno, son una constante en la mayoría de los gobiernos locales. Esto se debe a que el marco jurídico en esta materia carece de obligaciones coordinadas y no observan sanciones por su incumplimiento.
Entre las ciencias y el gobierno existe una brecha cada vez mayor. No visualizamos a corto, a mediano o largo plazo planes, proyectos y programas con una visión federalista, que pretenda reducir el extremo margen existente entre las herramientas de gobierno y quienes ejercen funciones de gobierno.
Los partidos políticos y las candidaturas ciudadanas siguen alejados de capacitaciones y formaciones previas no solo para la competencia por una candidatura, en un proceso electoral formal sino también para el ejercicio del gobierno. Si bien, algunos partidos políticos destinan recursos a la capacitación de sus militantes, esto no ha sido suficiente para adoptar el nuevo paradigma de la política como una autentica profesión.
El colapso del sistema político mexicano pasa por toda esta línea problemática en la que no solo lo anterior, complica el actuar de los gobiernos locales, sino que también, los partidos políticos se encuentran en una auténtica parálisis paradigmática, en primer lugar, solo se beneficiaron las cúpulas, violentaron sus procesos de selección de candidatos, dejaron de abanderar causas ciudadanas, sus estatutos, documentos básicos y plataformas electorales han sido letra muerta; en segundo lugar no se han reinventado ni han aplicado reingeniería en sus diseños, procesos o procedimientos como instituciones democráticas y de interés público. Hoy, la militancia actúa en las redes sociales y no en los partidos.
La poca interacción entre sistema de partidos, sistema electoral, sistema democrático, sistema de gobierno y la ausencia de escuelas de gobierno formadoras de ciudadanos que aspiran a aun cargo de elección popular, son las causas fundamentales que alimentan la poca calidad y eficacia en el servicio público local y por ende un frágil federalismo como sistema, en el caso de nuestro país.
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