Por razones históricas en el ejercicio y periodos de gobierno federal, México adoptó un diseño constitucional y un sistema político que privilegio la no reelección, bajo el principio político de “Sufragio Efectivo no reelección” promovido por Madero en 1910. Este pensamiento político se arraigo en el pueblo mexicano, lo hizo suyo, se convirtió en parte importante de su cultura política. Se convirtió en toda una tradición.

El antecedente fundamental lo encontramos en la reforma constitucional del 29 de abril de 1933, misma que prohíbe la reelección inmediata de legisladores. Pasarían ochenta años para que el Constituyente Permanente cambiara el paradigma con una nueva reforma constitucional en febrero de 2014 que permite la reelección de Diputados y Senadores, quedando pendiente su reglamentación hasta este momento.

No obstante, vale la pena recordar cuales fueron los principales argumentos para establecer la reelección de Senadores, Diputados Federales, legisladores locales e integrantes de los ayuntamientos:

• Profesionalizar las carreras políticas.
• Estabilidad política y legislativa.
• Fortalecer el carácter representativo de la democracia.
• Elaboración de proyectos de largo plazo.
• Relación armónica entre funcionarios electos y cúpulas partidarias.
• Incrementar la eficacia.

Sin duda, ninguno de estos objetivos se ha cumplido. El nuevo paradigma político obliga a un nuevo diseño constitucional y de ley reglamentaria que establezca un sistema político y de elecciones que den certeza y claridad para quienes intentan reelegirse, por ejemplo, en qué momento deben solicitar licencia o no al cargo que ostentan, entre otros temas pendientes.

Optamos por reglamentar la reelección de Diputados Federales y Senadores o bien, se establece una contrarreforma para dejar sin efectos la reelección. Lo cierto es que en la agenda de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados y de la Cámara de Senadores no se prevén por el momento, ningún planteamiento sobre este tema.

A lo anterior debemos agregar que, no obstante, la reglamentación de alcaldes y Diputados Locales en el país, en el proceso electoral de 2018, tan solo un alcalde y un Diputado Local lograron ser reelectos, lo cual representa el 0.01%, dando como resultado que el paradigma del sufragio efectivo no reelección sigue vigente.