Los cinco temas urgentes
En condiciones de Covid-19, el escenario presente y futuro no es nada favorable para la mayoría de los mexicanos, temas como Seguridad Pública, Economía, Salud, Educación y Medio Ambiente están en crisis. Estos; son asuntos de seguridad nacional que deben atenderse inmediatamente, el problema es la ley y la falta de voluntad política como siempre. A mi juicio considero que estos son los cinco grandes temas que los tres niveles de gobierno deben discutir, plantear, ordenar, atenderse urgentemente con creatividad y una amplia responsabilidad política y social.
En este sentido; sería ideal y plausible que los gobiernos municipales en sus cabildos pudieran enfrentar las problemáticas que se generan a diario en los municipios. Son responsabilidades que siguen pendientes y categóricamente puedo expresar que solo se han vuelto un anhelo y una larga espera para el pueblo mexicano, puesto que, las autoridades municipales están más preocupadas por subsanar sus irregularidades y una que otra pequeña obra pública, en lugar de afrontar la realidad. Se encuentran ajenos, desinteresados, manteniéndose a la expectativa de las acciones que tomará el gobierno estatal y federal para que les marquen el rumbo a seguir, a través del discurso, la narrativa y a su vez actúen en consecuencia.
En cuanto a los gobiernos de los estados, observamos deficiencias muy marcadas entre ellos, al no existir una obligación interestatal para la elaboración de diagnósticos regionales y ya no se diga posibles soluciones a problemas comunes. Es necesario un marco jurídico que obligue a solucionar los problemas habituales entre municipios y entidades federativas. Ante la falta de este, surge la necesidad de reformar diversas leyes que permitan esta posibilidad. Por ejemplo, una nueva Ley de Planeación que considere responsabilidades y facultades entre municipios y entidades federativas, la cual, podría ser el inicio de mesas de trabajo para visualizar problemas comunes, realizar un diagnóstico y establecer objetivos que permitan una posible solución.
Aunado a lo anterior; será necesario reformar las leyes de planeación de las entidades federativas a efecto de que los municipios y los estados se obliguen a resolver problemas conurbados y temas nacionales, como los que en esta opinión se plantean.
Estimado lector, estará usted de acuerdo que existe una desvinculación entre las ciencias y el ejercicio de gobierno. Es decir; para quienes ejercen el gobierno no les interesa lo que proponga la ciencia. Estos argumentos, exponen por qué los distintos niveles de gobierno no están interesados en abordar los temas que he planteado al inicio de esta opinión.
El diseño constitucional que establece un federalismo ha sido el pretexto para que los tres órdenes de gobierno autolimiten sus facultades, permitiéndose atender solo lo que consideren dentro de su competencia, ocupándose solamente del gasto público y desmarcándose de lo que realmente se requiere. Estas posturas, carentes de responsabilidad y visión mantienen estancado el desarrollo de las comunidades, los municipios y las entidades federativas. Lo que me hace reflexionar, que para este momento y en pleno siglo XXI ya deberíamos poseer en un avance rotundo con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, como: la tecnología, la ciencia y la cultura en general, estas, nos permiten enfrentar incertidumbres, carencias, ausencias de conocimiento. Por lo tanto; la división de niveles de gobierno debe concluir unificándose en pro de la sociedad para la solución de problemas comunes que aquejan a todos los ciudadanos.
Hoy la política ha cambiado, de una tradicional y conservadora a una nueva política virtual que promete ser más funcional que las practicas anteriores.
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