David Méndez y Gabriel Biestro, entre sus prioridades equivocadas
El secretario de Gobernación en el estado, David Méndez Márquez y el presidente del Congreso local, Gabriel Biestro Medinilla, se muestran doblados, impotentes ante el edil sustituto de Tehuacán, Andrés Artemio Caballero López, que no solamente comete arbitrariedades y abusos contra ex trabajadores del ayuntamiento, sino que también se da el lujo de armar “Fiestas Covid” con cargo al erario.
Hasta ahora, Biestro Medinilla y su Legislatura son incapaces de desaparecer al ayuntamiento encabezado por Caballero López, cuyos abogados una y otra vez le han derrotado tanto ante el Tribunal Electoral del Estado de Puebla (TEEP) como en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que no le permite desaparecer al Cabildo, pese a que se supone que el Congres ya había nombrado a un Concejo Municipal: https://desdepuebla.com/2020/
Los tehuacanenses sufren ante la frivolidad, incompetencia y el tiradero de dinero que realiza Andrés Artemio Caballero López, que –incluso – en los pocos meses que lleva al frente de la ciudad ya se dio el lujo de organizar ¡2 fiestas Covid19 en plena pandemia!: https://desdepuebla.com/2020/
La más reciente –realizada con el pretexto de la tradición del Mole de Caderas de Tehuacán- se llevó a cabo en una zona restringida y presuntamente afectada por los temblores, El Calvario. Pero al presidente municipal no le importó llenarlo de gente e, inclusive, él y su gente dijeron que llegarían como invitados especiales los gobernadores de Puebla y Morelos, Miguel Barbosa Huerta y Cuauhtémoc Blanco, aunque solamente fueron pueriles balandronadas del edil.
ANDRÉS CABALLERO Y LA TENDENCIA A LOS DESPIDOS ILEGALES Y SIN FINIQUITOS
Las prioridades de Andrés Caballero López están muy equivocadas, porque él y sus presidentitos, José Momox y Eduardo Correa, han despedido de manera arbitraria e ilegal a más de 100 ex trabajadores del ayuntamiento sin entregarles finiquito, con el pretexto de que su administración carece de recursos para cesarlos conforme a derecho: https://desdepuebla.com/2020/
En consecuencia, resulta curioso que la administración tehuacanense carezca de fondos para liquidar al centenar de empleados de confianza –incluyendo un sinfín de directores- a los que ha despedido y, al mismo tiempo, sí los tenga para armar pachangas con comilona con claros fines electoreros.
Pese a estas anomalías y a la evidente ingobernabilidad que predomina en la segunda ciudad más poblada del estado, Biestro Medinilla y su Congreso local son incapaces de desaparecer al ayuntamiento y de hacer que entre en funciones el Concejo Municipal que los mismos diputados nombraron: https://desdepuebla.com/2020/
Pero el fracaso en el caso Tehuacán no es únicamente del presidente de Congreso, sino también de David Méndez, quien -como secretario de Gobernación-tendría la función de controlar a los ediles e impedir que se conviertan –como lo es Caballero López- en una fuente de conflicto, polarización y choque social.
LA BUAP NO ES UN PROBLEMA DE GOBERNABILIDAD PARA EL ESTADO; EL AYUNTAMIENTO DE TEHUACÁN SÍ LO ES
Cuando en el estado hay alcaldes que arman fiestas Covid, mientras otros permiten linchamientos y unos más, como el de Amozoc, ya dejaron sin Cruz Roja a su municipio y usan los recursos públicos para pavimentar calles que llevan a sus propiedades, resulta inadmisible que el secretario de Gobernación y el presidente del Congreso dediquen su tiempo, recursos, esfuerzos y capacidades (escasas) a perseguir al rector de la BUAP, Alfonso Esparza, como lo han hecho: https://desdepuebla.com/2020/
Tal vez por inexperiencia política y en el servicio público o, también, debido a sus filias y fobias personales, Biestro Medinilla y David Méndez se olvidan de que –al menos en este momento – la BUAP y su administración central no representan un problema de gobernabilidad para la entidad, mientras que la incapacidad, frivolidad y corrupción de muchos ediles sí lo son: https://desdepuebla.com/2020/
En consecuencia, ambos cargan con prioridades erróneas, que no le sirven al estado y tampoco al gobernador, quien necesita colaboradores eficientes, proactivos, que le ayuden a conducir a Puebla y que contribuyan a evitar conflictos políticos, sociales y/o de seguridad antes de que estallen.
Puebla –como el resto del país- vivirá un 2021 polarizado, confrontado y complicado. Y necesitará funcionarios estatales y diputados que sepan de buena política y que la practiquen.
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