Y el gran perdedor fue…el PAN- Puebla
Realmente no importaba lo que sucediera en las urnas, desde que comenzó el proceso interno del PAN-Puebla estaba cantado que, pasara lo que pasara, el que perdería sería el partido, envuelto en una disputa interna cruenta, descarnada y, por lo que se ve, interminable.
Y así ha sucedido, con una candidata ganadora que, en lugar de llamar a la unidad y reconciliación internas, amenaza con emprender la venganza contra los panistas “que no deberían estar”, pese a que Augusta Valentina no consiguió ni el 50% de los votos de la militancia del partido: https://desdepuebla.com/2021/
Tampoco contribuye a la conciliación una contendiente perdedora que se niega a aceptar su derrota, pese a que ella organizó la elección interna, puso al dirigente estatal sustituto del partido y también a la comisión que reguló el proceso: https://desdepuebla.com/2021/
No aporta a la conciliación del blanquiazul en Puebla el presidente municipal de la capital, Eduardo Rivera Pérez, quien –efectivamente –ya se quitó de encima a Genoveva Huerta y, al menos en teoría, tendría en la bolsa la candidatura al gobierno para el 2024 de la eventual alianza PRI-PAN-PRD.
¿MARKO CORTÉS DEJARÁ QUE GENOVEVA JUDICIALICE LA ELECCIÓN?
Pero el edil no se ha dado que, con los números que el PAN y sus aliados obtuvieron en los comicios de junio y los del domingo pasado, ¡no le alcanza ni con mucho para ganar la gubernatura en 2024, ni siquiera con los priístas y perredistas como aliados!: https://desdepuebla.com/2021/
Mucho menos aporta al partido su presidente nacional, Marko Cortés, que permitió que Genoveva Huerta armara un proceso electoral interno a modo, con la comisión organizadora elegida por ella misma. Y todo apunta a que hoy seguirá con la actitud de mantenerse al margen, distante de la feroz disputa interna de los panistas poblanos, si permite que Genoveva judicialice el proceso electoral en el TEPJF: https://desdepuebla.com/2021/
Por cierto, aunque Marko Cortés no ocultó su predilección por Genoveva Huerta, lo cierto es que no accedió a que su propia reelección como presidente nacional se definiera el mismo día que la de la diputada federal con licencia, como se lo pidieron los genovistas, porque él conocía la ola de inconformidades contra Genoveva y se negó a cargar con ella en su mismo proceso interno.
Un presidente nacional panista omiso, ausente, dubitativo alimentó el caldo de cultivo que metió al PAN Puebla en su peor conflicto interno en varias décadas, sin que nadie ni nada –ni siquiera una elección con urnas y el padrón de miembros- parece poder dirimir: https://desdepuebla.com/2021/
Así que cada día se comprueba –y cada vez más- que el gran perdedor de la elección del domingo pasado…fue el panismo poblano, que sigue dividido, polarizado y sin dirección.
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