La añorada reforma eléctrica de la 4T no se aprobó, porque el presidente Andrés Manuel López Obrador; su secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el coordinador de los diputados federales morenistas, Ignacio Mier Velazco y el parásito representante nacional de Morena, Mario Delgado, fueron INCAPACES de lograr –o siquiera intentar – los consensos necesarios. 

Hoy, los dos principales culpables de este fracaso presidencial, Mier Velazco y Mario Delgado, intentan tapar sus respectivas responsabilidades e incapacidades con un show sin sentido…pero peligroso: Las acusaciones de supuesta traición a la patria contra los diputados federales del PRIANRDMC y demás que se negaron a aprobarles su iniciativa. 

Porque - a menos que el poder judicial federal esté tan podrido, amedrentado y/o cooptado como para iniciar un proceso legal hacia algún parlamentario por rechazar una iniciativa del Ejecutivo federal y su partido- lo cierto es que nadie en su sano juicio, ni siquiera Nacho Mier y Mario Delgado, esperaría que los legisladores opositores a Morena sean desaforados, multados o encarcelados por votar contra la reforma eléctrica de la 4T. 

Así que seguramente Nacho Mier, Mario Delgado, Adán Augusto López y el propio AMLO están conscientes de que su campaña política y mediática contra los diputados del PRI-PAN-PRD y MC (que tampoco son héroes, víctimas ni nada parecido) quedará solamente como un capítulo más de la guerra electoral por el 2024. 

AMLO DEBERÍA SER EL PRIMERO EN RECHAZAR LOS RIESGOS DEL FANATISMO Y LA POLARIZACIÓN  

El problema es que la estupidez y el fanatismo generan violencia. Y es muy claro que México vive uno de los períodos más violentos en su historia reciente, con decenas de asesinatos intencionales cada día, que demuestran que las vidas de los mexicanos valen cada vez menos…incluso para el gobierno federal: https://desdepuebla.com/2022/02/26/mexico-obtuvo-el-tercer-puesto-en-muertes-a-finalizar-el-ano-2021-de-189-paises/. 

Como ya se dijo, es entendible que dos políticos con aspiraciones para el 2024, como Ignacio Mier y Mario Delgado, intenten quitarse de encima el fracaso de la reforma eléctrica morenista. Pero es inadmisible que Adán Augusto López y el propio AMLO les permitan incitar a la violencia y provocar ataques contra cualquier persona, incluso diputados opositores a Morena: https://desdepuebla.com/2022/04/24/acusa-lider-del-pan-municipal-vandalizacion-de-las-instalaciones-de-sus-instalaciones/. 

Cierto: Los legisladores del PRI, PAN, PRD y MC no son víctimas ni héroes nacionales por votar contra la reforma eléctrica amlista y, en su momento, los electores de sus distritos deberán decidir si apoyan sus respectivas reelecciones o los mandan al diablo. No obstante, provocar un linchamiento mediático y social contra ellos es peligroso, irresponsable y totalmente antidemocrático. 

¿Qué pasará cuando algún diputado opositor a Morena sea lesionado o muerto por una turba fanatizada y reclamante?... ¿o si algún dirigente del PRI, PAN, PRD y MC simula un ataque y se vuelve un incidente, incluso, internacional?:  https://desdepuebla.com/2022/04/24/decir-la-verdad-no-es-un-acto-violento-ignacio-mier/. 

AMLO Y CUANDO SE DEJAN ATRÁS LOS ORÍGENES POLÍTICOS Y SOCIALES 

El principal interesado en que esto no ocurra debería ser López Obrador, no solamente como presidente de México, sino porque cuando fue dirigente nacional perredista supo de primera mano que durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y el primer año de Ernesto Zedillo se asesinó a 407 militantes de dicho partido: https://ipsnoticias.net/1996/01/mexico-108-militantes-del-prd-fueron-asesinados-en-1995/. 

Así que mientras Nacho Mier y Mario Delgado no son más que ex priístas, burócratas y oportunistas que siempre formaron parte de alguna burocracia dorada y excesivamente bien pagada, AMLO sí fue un líder, luchador social y, por lo tanto, él, primero que nadie, tendría que entender que nadie merece ser castigado u hostigado por oponerse al poder, aunque se trate de fifís del PRIANRD. 

Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto NUNCA fueron la patria, López Obrador tampoco lo es.  

Por ende, si el presidente y sus empleados (Adán Augusto López) y representantes legislativos o partidistas (Nachito Mier y Mario Delgado, respectivamente) quieren que los demás partidos les aprueben una propuesta, tendrían que generar consensos, como se hace en cualquier democracia y como NO hicieron en el caso de la reforma eléctrica: https://desdepuebla.com/2022/04/17/reforma-electrica-se-perfila-un-reves-a-amlo/ 

Tratar de amedrentar a los opositores –como hicieron Carlos Salinas con la brutal matanza de perredistas o Gustavo Díaz Ordaz al permitir los ataques a estudiantes en el movimiento de 1968- es un brutal acto de autoritarismo, inadmisible en cualquier gobierno federal y mucho más en uno que se dice de izquierda.