Los puntos más vulnerables de Claudia Rivera
Ella no lo puede decir, pero seguramente a estas alturas la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, ya sabe que este cargo no es lo que esperaba, como lo demuestra el hecho de que –apenas a una semana de haber asumido el cargo- no ha dejado de estar en una permanente crisis, principalmente por la inseguridad desbordada y la falta de un mensaje político consistente para sortear las coyunturas.
La realidad es que ni Rivera Vivanco ni su secretaria de Seguridad Pública, María de Lourdes Rosales Martínez, son las culpables de la severa crisis de inseguridad desatada en la Angelópolis y exhibida por la balacera en La Fayuca y el linchamiento en la Central de Abasto: http://desdepuebla.com/2018/
La Fayuca y la Central de Abasto fueron tomados como sitios públicos donde se detonaron graves hechos sangrientos que aterrorizaron a la población, porque exhibieron la vulnerabilidad en que nos encontramos los vecinos de Puebla capital y demostraron que, como es lógico que ocurra a una semana del inicio de la nueva administración municipal, la titular de la secretaría de Seguridad Pública todavía no conoce a fondo ni el panorama de la delincuencia ni el entorno de los policías bajo su mando: http://desdepuebla.com/2018/
La emergencia por la inseguridad en Puebla capital es heredada, como lo ratificó el más reciente informe del Semáforo Delictivo fechado en septiembre, que detalla que la Angelópolis arrastra problemas en 5 de los 11 delitos de mayor impacto social: homicidios (12 casos), robo a vehículo (360 denuncias), hurto a negocio (262 incidentes), violencia intrafamiliar (261 querellas ) y violaciones (39 casos.
SIN UN MENSAJE POLÍTICO ANTE LA CRISIS DE INSEGURIDAD
Pero Rivera Vivanco y Rosales Martínez deberán asumir que, cuando fueron electa y designada como presidenta municipal de Puebla y titular de la SSPTM, respectivamente; contrajeron la obligación directa e ineludible de dar resultados RÁPIDOS a la ciudadanía. Un cargo público no implica únicamente sueldos altos, colaboradores, choferes y poder, sino que también representa mayor visibilidad y crítica social:http://desdepuebla.com/2018/
Otro rubro en el que le urge mejorar a la alcaldesa de la capital es el de Comunicación. En apenas una semana ha lanzado varios señalamientos desafortunados, que reflejan la carencia de un discurso político sólido y estructurado para enfrentar las coyunturas que, sin duda, deberá afrontar en su gestión.
Para un ciudadano común y silvestre resultó desolador escuchar a su presidenta municipal reconocer que no se enteró de la balacera en La Fayuca o que supo del linchamiento en la Central de Abasto cuando lo escuchó en la radio comercial: http://desdepuebla.com/2018/
Como responsable de la 4ta ciudad más poblada del país, Rivera Vivanco debiera tener información oportunidad y privilegiada sobre lo que ocurre en la ciudad y, además, su titular de Comunicación Social, Armando Rocha, tendría que pasarle una línea discursiva que le permita superar las coyunturas difíciles sin quedar exhibida, como lo fue en el caso del linchamiento en la Central de Abasto:http://desdepuebla.com/2018/
FUNCIONARIOS DEJAN SOLA A SU JEFA
Además, se ha generado la percepción pública de que la presidenta está sola: su gabinete la abandonó durante las crisis, porque ni los regidores ni los colaboradores nombrados por ella han salido a dar la cara para enfrentar los problemas y la exigencia ciudadana, como sucedió con la trifulca en la Fayuca: http://desdepuebla.com/2018/
Hasta ahora, María de Lourdes Rosales Martínez (SSPTM), Liza Aceves López (secretaria del ayuntamiento), Armando Morales Aparicio (Tesorería), Mario David Riveroll (Contralor) y demás miembros del gabinete de Claudia Rivera no la han ayudado a superar mediáticamente los temas complicados, como la inseguridad, plantón de despedidos, ceses de trabajadores cometidos por la actual administración, etc.
La actitud de los “colaboradores” de la edilesa ha provocado –como ya se dijo – una percepción de que está sola, atendiendo por sí misma las emergencias, mientras su gabinete se esconde. Solamente René Sánchez Galindo (Gobernación) se ha atrevido a “ponerle el pecho a las balas”, como se dice en el argot político: http://desdepuebla.com/2018/
Y no: nadie puede gobernar solo una ciudad como Puebla, con más de 1.5 millones de habitantes, según el más reciente reporte del INEG.
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