No hay justicia ni seguridad en muchas zonas de la Sierra Norte, principalmente en Huauchinango, donde el ayuntamiento y otras instancias, como el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) y la Fiscalía General del Estado (FGE) mantienen a personal incapaz, sin preparación, flojos y que, simplemente, no cumplen con sus funciones, sin que los directivos en Puebla capital tomen cartas en el asunto:    https://desdepuebla.com/2022/07/06/en-el-olvido-total-el-area-de-genero-de-la-casa-de-justicia-huauchinango/ 

Esto ocurre con Blas Rodríguez, supuesto defensor público en Huauchinango ya denunciado ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), por su presunto desinterés para atender solicitudes de la gente más necesitada. En entrevista, un ciudadano, Avelino Tecorralco Huerta, señaló que tiene un caso desde hace tres años, pero la situación ha empeorado desde la llegada de dicho “funcionario público”, que no le da información respecto al estado de su expediente. 

Aparte de que no le dice cómo va su caso, este elemento de la FGE, que cobra un sueldo supuestamente por “servir” a la ciudadanía, se da el lujo de tratar con prepotencia, gritos y demás a Avelino Tecorralco, al que le pone miles de pretextos para tratar de justificar su flojera y/o desinterés, como que su computadora está ocupada o que debe ir a Puebla capital a realizar trámites. 

Cansado de la situación y bajo el riesgo de perder el proceso y su patrimonio, Avelino acudió a mediados de noviembre a la CEDH a interponer la queja formal contra Blas Rodríguez, con la exigencia de que –ahora sí- la FGE y su titular, Gilberto Higuera Bernal, intervengan. Eso sí, el pseudo funcionario es muy bueno…para dar pretextos y no cumplir con su trabajo, porque dice que el juzgado le notificó mal y ni siquiera le dio al ciudadano afectado la lista para que su asistencia quedara formalmente registrada. 

A PUNTO DE PERDER SU PATRIMONIO 

El problema en que el mencionado Blas Rodríguez se comporte –supuestamente- como un mantenido de la FGE no solo radica en el hecho, de por sí grave, de que cobra un sueldo sin desquitarlo, sino que Avelino Tecorralco Huerta podría perder su patrimonio por esta decidía. Así que la titular estatal de Defensores Públicos de la dependencia, Patricia Olarte, tendría que conocer el asunto, sustituir a su colaborador en Huauchinango y sancionarlo o despedirlo.   

Incluso, los denunciantes, que no solamente es el ciudadano Avelino, exigen que la secretaría de Gobernación tome cartas en el problema y haga que la FGE nombre a un defensor público activo, preparado, empático con los más necesitados, porque, si la gente recurre a este servicio, se debe a que carece de dinero para contratar a un abogado particular.  

Un defensor, público o particular, tiene la responsabilidad de proporcionar una representación competente a cada peticionario. Esto significa contar con el conocimiento y la pericia legal, para representar al cliente en el asunto particular y dedicarse a preparar el juicio, pero, en el caso de Blas Rodríguez, queda claro que carecería, incluso, de la empatía y humanidad necesarias para interesarse por los asuntos que llegan a sus manos provenientes de gente vulnerable. 

Higuera Bernal y Patricia Olarte tendrían –otra vez- que darse una vueltecita por Casa de Justicia Huauchinango y revisar el desempeño de este individuo, al que la gente de la comunidad califica como el peor defensor público mandado por la FGE, debido a que –cuando le preguntan por algún asunto- escuda su ignorancia con diversos pretextos, como se comentó anteriormente: https://desdepuebla.com/2022/06/18/a-mentadas-de-madre-funcionaria-de-casa-de-justicia-hacia-representantes-de-la-prensa/.