La contienda interna de Morena por la candidatura a la gubernatura es, apenas, el 2do ejercicio público que un partido realiza en Puebla para intentar legitimar a su nominado: el primero ocurrió en 1998, cuando tres priístas se disputaron la postulación de su partido y, en ese entonces, Melquiades Morales Flores derrotó con holgura a José Luis Flores Hernández y a Germán Sierra Sánchez.

¿Cómo olvidarlo?: en 1998 se sabía de antemano que el candidato del PRI sería el próximo gobernador, ya que –como ahora ocurre con los opositores a Morena- el PAN estaba en pañales y su representante, Ana Teresa Aranda, ¡que amaga con participar otra vez en este 2019!, carecía del punch necesario para siquiera hacerle cosquillas al tricolor.

En 1998 el “candidato oficial”, el del ex gobernador Manuel Bartlett Díaz y el entonces dirigente estatal del PRI, Ignacio Mier Velasco (ambos hoy en Morena, uno como titular de la CFE y el otro en la diputación federal) era José Luis Flores Hernández, quien –entre otros- tenía como aliados al actual secretario de Finanzas del gobierno interino, Jorge Estefan Chidiac.

Aunque el aspirante oficial del gobierno de Puebla y del partido era Flores Hernández, el contendiente más popular, el que demostró mayor punch, con estructura electoral, alianzas y fuerza para arrollar en las urnas fue Melquiades Morales Flores, quien derrotó a la “cargada” priísta y dejó al grupo de Manuel Bartlett, Ignacio Mier Velasco, Jorge Estefan Chidiac.

En ese no tan lejano 1998 –porque muchos personajes están repitiendo hoy su participación en la designación de un candidato, aunque en otro partido- José Luis Flores Hernández era el aspirante oficial, el que llevaba la “estructura” del gobierno, el ejército bartlista. 

Toda la bola de “periodistas”, empresarios beneficiados por el Ejecutivo de Puebla, diputados federales y locales (como Gabriel Biestro hace hoy a favor de Barbosa Huerta) y demás se fueron con la finta y lo apoyaron: http://desdepuebla.com/2019/02/22/pide-barbosa-aceptar-con-madurez-resultados-de-encuestas/

En contraste, Melquiades Morales no contó con el respaldo del bartlismo, pero tenía algo mucho más importante: una trayectoria de más de 20 años en la política, además de centenares de alianzas y un gran recorrido por todo el estado. Conocía los grupos de poder, priístas y de otros partidos y, sobre todo, poseía una estructura electoral REAL.

Aunque en aquél año el PRI realizó una elección abierta para designar a su candidato y en este 2019 Morena hará una encuesta, ambos procesos internos tienen similitudes…si el estudio demoscópico morenista es objetivo y se hace con una metodología científica; es decir, sin “cucharearlo”, como el propio AMLO denunciaba en las elecciones presidenciales del 2006 y 2012 cuando los sondeos de medios como Milenio, Reforma o El Universal no le eran favorables.

En este 2019 ¿quién es el candidato oficial, quién tiene el “ejército” del gobierno estatal y  Morena y quién trae la “guerrilla” bien organizada y motivada, para ganar el poder?. Es claro que Nancy de la Sierra y Abraham Quiroz carecen de posibilidades reales de ganar e, incluso, se espera que la primera decline pronto a favor de Luis Miguel Barbosa…como hizo Oscar Aguilar González por José Luis Hernández en 1998. 

Hasta ahora, Yiedckol Polenvsky, Gabriel Biestro y demás burocracia morenista ha dejado muy claro que Luis Miguel Barbosa es el candidato oficial, pero el más de 1 millón 400 mil votos que obtuvo en la elección de julio pasado y su estructura y capacidad de movilización permiten proyectar que Alejandro Armenta Mier trae guerrilla y es el candidato a vencer:http://desdepuebla.com/2019/02/22/armenta-se-registra-como-aspirante-a-precandidato-de-morena-al-gobierno-del-estado-de-puebla/.