Israel Pacheco, la exconvicta mano que mece la cuna
No podía ser de otra forma: El ex convicto Pacheco Velázquez añora el marinato, cuando él y el “Góber Precioso”, Mario Marín Torres, hoy en prisión, tenían dinero, mujeres y poder sin límites, aunque ahora –quizá- pretenda obtenerlos con las siglas de Morena y un nuevo padrinazgo político, porque no es casual que detrás de la presunta protesta de las trabajadoras de limpia haya estado Isabel Franco, una de las principales detractoras del actual representante sindical, Salvador Pérez Xilotl y que, en su momento, fue cómplice de Israel.
En octubre del año pasado, la titular de Medio Ambiente en el
ayuntamiento de Puebla, Myriam Arabian, anunció una inversión de 9 mdp
para mejorar las condiciones laborales de las “naranjitas”, quienes en
agosto de 2022 recibieron uniformes nuevos y en mayo
obtuvieron el incremento salarial correspondiente:
https://desdepuebla.com/2023/
Pero todo apunta a que el presunto “movimiento” de las trabajadoras de
limpia que este lunes derivó en violencia no tiene orígenes laborales o
de representación gremial, sino políticos, la ambición de Israel Pacheco
de obtener nuevamente los más de 500 mil
pesos mensuales que los trabajadores de base del ayuntamiento le daban
cuando Mario Marín lo “coronó” como “secretario vitalicio”:
https://desdepuebla.com/2023/
ISRAEL PACHECO, LO PEOR DEL SINDICALISMO CHARRO PRIÍSTA
Pacheco Velázquez representa, simplemente, lo peor del sindicalismo
charro priísta-mariniista, como lo demostró él mismo durante los varios
años que dejó a los miembros del sindicato Benito Juárez –que
supuestamente él representaba- sin aumento salarial, mientras
él manejaba las cuotas y sus hermanos Conrado, Javier, etc tenían
jugosos sueldos en el ayuntamiento:
https://desdepuebla.com/2023/
Tampoco puede olvidarse el jacuzi que hizo instalar en las
oficinas del sindicato Benito Juárez, no con la intención de quitarse la
suciedad que él mismo generaba, sino para disfrutar de algunas de sus
“representadas”:
https://desdepuebla.com/2019/
El actual presidente municipal panista de Puebla, Eduardo Rivera Pérez,
no es, ni por mucho, el primero en enfrentar las intentonas pachequistas
para retomar el poder y/o recursos del sindicato o el ayuntamiento, ya
que hizo lo mismo (armar un presunto movimiento
de naranjitas) contra la ex edila morenista, Claudia Rivera Vivanco:
https://desdepuebla.com/2020/
La historia confirma el modus operandi de Pacheco Velázquez: A través de sus cómplices, como en este caso Isabel Franco, simula un “movimiento” de las trabajadoras más humildes del municipio, las naranjitas, para tratar de generar inestabilidad en la ciudad y el ayuntamiento y apoderarse (a través de él o de algún títere) del sindicato.
ORIGEN ES DESTINO…CON LOS SINDICALIZADOS Y LA CIUDAD COMO REHENES DE PACHECO Y CÍA
Aunque la supuesta revuelta de este lunes haya sido exhibida y desactivada, el ex “secretario general vitalicio” de trabajadores del ayuntamiento de Puebla volverá a la carga más temprano que tarde, porque añora el dinero, las mujeres, la influencia política y el poder que le dio el marinato y, ahora que fue revivido en términos electorales, tratará de cumplir sus ambiciones sin importarle las mismas naranjitas y, mucho menos, la ciudad de Puebla y sus habitantes.
Origen es destino y, curiosamente, la anterior “guerrilla” de Israel
Pacheco también se intensificó cerca de un año antes de la siguiente
elección local (2020) y con la vil manipulación del mismo grupo de
trabajadoras de la ciudad. Aunque, el hecho de que hoy
su grupo haya recurrido a la violencia demuestra que su desesperación
y, por ende, nivel de peligrosidad son mayores:
https://desdepuebla.com/2019/
Como ya se demostró, el modus operandi de este personaje es el mismo, aunque –tal vez- sus nuevas relaciones e intereses políticos le den un empujón adicional y, por ello, él y su gente no hayan dudado en generar los hechos violentos de este lunes.
Desde luego que resulta más que entendible su intentona de volver a manejar las millonarias cuotas sindicales del ayuntamiento de Puebla y/o las naranjitas. Después de todo, ¿quién puede resignarse a dejar de estrenar una camioneta cada año?, como él hacía que los trabajadores de base de la ciudad le dieran de “regalo de cumpleaños”.
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