Tamaulipas y la posible reedición de los narcosatánicos
Mientras los asesinados, levantados, secuestrados, desaparecidos o violados sean mexicanos y/o centroamericanos, es claro que al gobierno de Estados Unidos – y al de México – no les importa demasiado, como lo demuestra la cada vez mayor socialización de la violencia desenfrenada y desparramada con las decenas de asesinatos intencionales diarios en el país.
Sin embargo, cuando los levantados y/o ejecutados son norteamericanos,
pero el ataque ocurrió en México, ahí sí los gobiernos norteamericanos
intervienen en los asuntos de seguridad de México, como sucede con el
supuesto secuestro de 4 americanos en Tamaulipas,
un estado que lleva décadas en la pudrición, con múltiples
narcogobernadores y que, lamentablemente, padece una gran ola de
violencia:
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De acuerdo a una de las agencias policiales más importantes de Estados
Unidos, el FBI, el pasado viernes 4 de sus ciudadanos tuvieron la
“brillante” ideota de meterse en Matamoros, Tamaulipas, que lleva varios
días azotado por la violencia e inseguridad. Ahí,
según los americanos, sujetos no identificados dispararon a la unidad
en que iban sus compatriotas, los sacaron del vehículo y se los llevaron
en otro:
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Desafortunadamente, los homicidios, levantones, secuestros y desgracias
son tan cotidianas en México, que ya no nos sorprendemos de la ola de
violencia que azota Tamaulipas
y que se multiplicó a raíz de que supuestos miembros de la
delincuencia organizada fueron neutralizados por personal de la Sedena:
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MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS, DE VUELTA A LOS 80S
Lamentablemente para los perpetradores del levantón de los 4 norteamericanos, la intervención directa del FBI y Ken Salazar, embajador de los Estados Unidos en México, solamente puede implicar una cosa: Que, ahora sí, los gobiernos federal y tamaulipeco tendrán que interesarse en resolver el caso, para evitar un problema internacional y que los americanos intervengan, incluso, en otros estados igual o más podridos que Tamaulipas, como Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, etc.
No le faltó razón al presidente López Obrador este lunes, cuando acusó a
aquel país de sentirse “el gobierno del mundo”, pero lo cierto es que
el levantón de 4 de sus ciudadanos puede darle el pretexto suficiente
para aumentar su injerencismo en México:
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La intervención de la administración de Joe Biden ante la delincuencia organizada - que NORMALMENTE tanto se solaza y pasea frente a las narices de los gobiernos tamaulipeco y mexicano - no sería la primera ocasión en que el vecino del norte interviene abiertamente en un asunto que deberíamos haber sido capaces de enfrentar y solucionar los mexicanos, porque a finales de los 80s fueron agencias americanas las que acabaron con la banda de los narcosatánicos.
Durante la década de los ochenta, el cubano Adolfo de Jesús Constanzo y la norteamericana Sara Aldrete encabezaron una banda de narcotraficantes que, incluso, llegó a incrustarse en las altas esferas de la farándula y política, debido a que practicaba la santería y muchos seudo personajes públicos recurrían a sus “servicios” para obtener el favor de los “dioses”.
LAS VIDAS DE LOS AMERICANOS SÍ TIENEN UN ALTO VALOR…AL MENOS EN MÉXICO
Pese a practicar el narcotráfico, secuestro, tortura y asesinato con brutal asiduidad, los otrora llamados narcosatánicos cometieron toda clase de fechorías durante casi una década, hasta que a Jesús Constanzo se le ocurrió “halagar” al palo mayombe a través de un joven blanco, americano, Mark Kilroy.
Seguramente Adolfo y su pandilla lo ignoraban, pero Mark no solamente era americano, sino que tenía un tío empleado del gobierno estadounidense, quien obligó a su país a involucrarse en la investigación y posterior exterminio de los narcosatánicos, cuyo final llegó en la Ciudad de México el 6 de mayo de 1998, cuando él le ordenó a uno de sus secuaces que le dispara, con la promesa de que el palo mayombe lo volvería a la vida, algo que afortunadamente no ocurrió.
Así que la abierta intervención del gobierno de Joe Biden en ese caos y anarquía llamado Tamaulipas nos remonta a treinta y tantos años atrás, cuando México no había registrado la supuesta “transición a la democracia”, no tenía “alternancia” en el poder y muchos mexicanos pensaban que bastaba con echar al PRI de la presidencia de la república para que el país se compusiera, algo que –obvia y lamentablemente- no fue así.
Resulta demoledor constatar ¡que poco ha cambiado México y sus gobiernos
en más de 3 décadas!, a pesar de que el PRI dejó de ser la “dictadura
perfecta” desde el 2000 y de que, tanto Tamaulipas como el propio país,
la alternancia en el poder ha sido una realidad…no
traducida en un verdadero aparato de verdadera procuración e
impartición de justicia que se ocupe DE LOS MEXICANOS y que no solo
actúe cuando un gobierno extranjero se lo exija:
https://desdepuebla.com/2019/
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