En el gobierno (federal, estatal  y/o municipal) todo comunica: lo que se hace, se dice y cómo. Pero también comunica lo que NO se hace, no se dice o no se explica.

De acuerdo a una de las más reconocidas empresas encuestadoras de México, Consulta Mitofsky, hasta el 26 de octubre –al momento de escribir estas líneas- el presidente Andrés Manuel López Obrador ha perdido el 2.2 por ciento de aprobación ciudadana desde que estalló la crisis en Culiacán: https://desdepuebla.com/2019/10/21/amlo-evito-una-masacre-en-culiacanpero-criminologo-octavio-queznel/ .

El pasado 12 de octubre, días antes de que las administraciones federal y de Sinaloa atraparan y capturaran a Ovidio Guzmán López, AMLO presumía una percepción social aprobatoria de 63.9 por ciento, que se mantuvo por encima de la banda del 63 por ciento hasta el martes 22 de octubre, cuando cayó al 62.7% en los números Consulta Mitofsky.

Pero el 23 de octubre la popularidad del presidente tuvo un bajón notorio de .5% y quedó en el 62.2 por ciento, que llevó al propio Roy Campos a señalar que, luego de casi 11 meses en el poder, AMLO enfrenta el peor momento de su gestión por el operativo fallido de su gabinete de seguridad, la liberación del hijo del Chapo Guzmán y la crisis contra la delincuencia organizada en Michoacán.       

PAULATINA Y  CONSTANTE, LA BAJA EN LA APROBACIÓN PRESIDENCIAL DESDE LA LIBERACIÓN DE OVIDIO GUZMÁN 

La caída en la aprobación social hacia López Obrador ha sido paulatina, pero constante e, incluso, no le permitió al gobierno federal aprovechar el envión que le representó el sacar a Carlos Romero Deschamps del sindicato de Pemex, debido a que el 18 de octubre la imagen presidencial subió 3 décimas al llegar al 63.6 por ciento, pero un día después volvió a ser de 63.3%.

Esto podría representar que AMLO y su gabinete no han sabido manejar la crisis de credibilidad después de la liberación de Ovidio Guzmán y que, conforme la gente se adentra cada vez en los pormenores de lo ocurrido en Culiacán, va tomando conciencia de la magnitud de las consecuencias del hecho de que el gobierno federal se plegue ante la delincuencia organizada: https://desdepuebla.com/2019/10/18/culiacan/.

Así, el 21 de este mes la percepción sobre el presidente disminuyó al 63.1 por ciento, un día después bajó de la franja del 63% de aprobación social al topar con el 62.7% y el 23 de octubre el aval de la gente hacia López Obrador fue del 62.2 por ciento, que –según Roy Campos- fue el menor en 2 meses al acumular 5 bajas consecutivas después “del terror que vivimos en Culiacán”.

Un día después, de acuerdo a Mitofsky,  el aval de la gente hacia AMLO continuó su retroceso al llegar al 62 por ciento, muy diferente al cercano al 65 por ciento de aprobación ciudadana que el presidente tuvo a finales de septiembre. El viernes 25 de octubre esa calificación fue del 61.8%, lo que implicó caer de la franja del 62 por ciento.    

PRIMERA CRISIS QUE AMLO NO SABE CÓMO SUPERAR

Y el sábado 26 de octubre, el último día de la semana que tenemos el dato, la popularidad del titular del Ejecutivo federal alcanzó el 61.7%, que implica una disminución del .1 por ciento respecto a la medición y que representó su menor nivel en 70 días y el cumplimiento de 8 jornadas seguidas a la baja.    

El propio director de Consulta Mitofsky ha subrayado en diversos espacios informativos que “el gobierno no ha terminado de aclarar lo ocurrido y eso ha alimentado las versiones y las críticas”. Ello significa que el manejo de la crisis no ha sido el adecuado por parte del gobierno de la república.

De seguir la misma tendencia, la crisis sinaloense superará al caso Minatitlán (las muertes de 13 personas, incluido un bebé de 1 año durante un cumpleaños) y la renuncia del ex titular de la SHCP, Carlos Urzúa, como los acontecimientos que minaron en mayor medida la popularidad de AMLO en su 1er año de gobierno:  https://politica.expansion.mx/estados/2019/04/26/minatitlan-un-reflejo-del-deterioro-de-la-seguridad-publica.   

Aunque perder 2.2 por ciento de aprobación ciudadana puede parecer poco, si se toma en cuenta la magnitud del hecho que representó que los propios gobiernos federal y estatal de Sinaloa hayan dejado impune –hasta ahora- a un presunto delincuente como el hijo de El Chapo, lo cierto es que la crisis de Culiacán está convertida en la primera que AMLO no logra zanjar…por más que él, Alfonso Durazo y sus seguidores insisten en que –según ellos- se hizo lo correcto.

Resulta por demás contradictorio y notable el que López Obrador y, en su momento, el propio Alfonso Durazo se hayan pronunciado de manera reiterada contra la corrupción del pasado, cuando ¿no implica caer en un hecho de corrupción el que dos niveles de gobierno dejen escapar a un delincuente (de cualquier nivel) a pesar de tener una orden para capturarlo:   https://desdepuebla.com/2019/04/20/pide-alfonso-durazo-terminar-con-corrupcion-que-ampara-a-criminales/.