De ser contrapeso al poder…a ejercer un poder sin contrapesos: AMLO
Nadie puede restarle a AMLO el hecho de que entre 2000 y 2018 o, quizás antes, fue un necesario y eficiente contrapeso al poder presidencial, porque recorrió todo el país y exhibió –la mayoría de las veces con razón- las fallas, corruptelas, excesos, omisiones y vicios que consuetudinariamente cometieron Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Aunque muchos le ridiculizaron, se rieron de él, durante el calderonato
su autodenominada “Presidencia Legítima” no solamente sirvió como una
catarsis ante la rabia, impotencia y frustración dejadas por el muy
posible fraude electoral del 2006, sino que también
condujo por vías institucionales, políticas y sociales el profundo
descontento provocado por un gobierno federal depredador, frívolo y
corrupto, que, incluso, tuvo como secretario de Seguridad Pública a un
sujeto como García Luna:
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No es una locura el pensar que la figura opositora de Andrés Manuel
López Obrador haya impedido que “finísimas personas”, como Fox Quesada,
Felipe Calderón y Peña Nieto depredaran todavía más al país o
incurrieran en mayores corruptelas y excesos:
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Por ende, si un político sabe lo necesario de los contrapesos al poder
presidencial es –o debería ser – el propio AMLO, quien –sin embargo;
desde el inicio de su administración se muestra intolerante, polarizador
y especialmente agresivo contra sus opositores
o quienes no aceptan sus dogmas, incluidos periodistas, empresarios,
médicos y otros profesionistas:
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ALITO MORENO, SANTIAGO CREEL, CABEZA DE VACA, OPOSICIÓN DE OPERETA
De manera cotidiana, López Obrador usa la tribuna presidencial, su
conferencia mañanera, para arremeter contra quienes “osan” oponerse a
sus designios y/o denunciar los supuestos abusos, excesos, anomalías y
corruptelas de los allegados:
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Además de una intolerancia tóxica al provenir del titular del Ejecutivo federal y, principalmente, de alguien que se autodenomina de izquierda y que se la pasó décadas en la crítica y cuestionamientos permanentes, AMLO comete rudeza innecesaria en muchas ocasiones, porque es claro que personajes como Alito Moreno, Marko Cortés, Santiago Creel, Francisco García Cabeza de Vaca forman una oposición de opereta.
Ninguno de ellos –tampoco Vicente Fox, Felipe Calderón, Claudio X
González, los Chuchos Ortega y Zambrano etc – son actores políticos
aglutinadores, que sumen o tengan calidad moral, inteligencia, discurso o
proyección suficiente, como para conjuntar alrededor
de ellos a los grupos, sectores y programas opositores y/o diferentes a
la 4T:
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