Afilan cuchillos en el Congreso de Tlaxcala
Nos enteramos que manos externas pusieron en la guillotina las cabezas de algunos directivos del Congreso de Tlaxcala.
No se trata de un relevo natural, que se da en cada nueva legislatura, sino que tiene de fondo intereses eminentemente políticos.
Se busca quitar el control a los nuevos diputados locales, imponiéndoles funcionarios afines al secretario de Gobierno, Luis Antonio Ramírez.
En la mira se encuentran las direcciones de Asuntos Jurídicos, Estudios Legislativos, la secretaría Parlamentaria y Administrativa.
Aquí no importa el buen desempeño de los funcionarios camarales, sino que sus posiciones forman parte del asalto al Congreso Local, que se prepara en la Segob.
Incluso, ya se propuso a una legión de extranjeros. provenientes de los estados de Guerrero, Puebla, Morelos, Veracruz y Ciudad de México.
En la lista se encuentran Tirso Arturo Bello Borja, quien funge como Director Administrativo, Jeremy Rocha Director Jurídico y José Carlos León Contreri, director de Estudios Legislativos, todos de Segob.
También, Iván García Juárez, actual director en la PROPAET, y Eduardo Moreno, actual Director Administrativo en la SMA.
Todos, absolutamente todos, son foráneos e incondicionales del titular de la Segob, quienes ocupan cargos con sueldos que exceden los 60 y 70 mil pesos.
La pregunta del millón de pesos sería ¿Van a permitir el asalto al Congreso Local, los nuevos diputados de la LXV Legislatura, a sabiendas de que van a ser espiados?
Ya se verá si, personajes con tanta experiencia política, como Héctor Ortiz, Silvano Garay y Vicente Morales, permiten que les impongan las principales áreas de operación en el Congreso.
Porque el trasfondo de imponer funcionarios parlamentarios, tiene que ver con el control político y presupuestario de los recursos que ejercerá el Poder Legislativo.
Al tiempo.
RÁFAGAS...
Este lunes, la gobernadora del estado, Lorena Cuéllar Cisneros, realizará ajustes en su gabinete, a tres años de su administración.
Al menos, se esperan diez nombramientos, sobre todo en dependencias acéfalas como las secretarias de Turismo y Cultura, así como en la dirección de Gobernación.
También, llama la atención la salida del hidalguense Augusto Ramírez, como coordinador de Comunicación Social del Gobierno del Estado.
Sobre todo, porque su trabajo había calmado la división y encono con la prensa que causó Angélica Domínguez, los dos primeros años del sexenio.
El caso es que le dieron las gracias y quien ahora despacha, Octavio Ortega, otro foráneo, demuestra que en ningún comunicador tlaxcalteca confía la gobernadora del estado.
victortamayo5@hotmail.com
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