El berrinche
Nos enteramos que Lorena Cuéllar Cisneros hizo tremendo berrinche, porque no le salieron las cosas, durante la pasada gira del Presidente de la República.
La súper delegada se molestó porque por más que se colgó al hombro de Andrés Manuel López Obrador, este solo le dió unas palmadas, pero para quitársela de encina.
Y enfureció todavía más, cuando AMLO dedicó muchos elogios al gobernador de Tlaxcala y ninguno para ella, en calidad de encargada de los programas del Bienestar en el estado.
Nos cuentan que Lorena está que no la calienta desde el pasado 31 de mayo, pues no soporta que el Presidente ofreciera su respaldo al programa Supérate, de Marco Antonio Mena.
Por ese motivo, esta semana, LCC soltó de nuevo a sus sabuesos para descalificar y desacreditar a periodistas, columnista y a medios locales.
Fiel a su estilo, la eterna aspirante a la gubernatura del estado, utiliza a sus personeros para aventar la piedra y esconder la mano, como lo hizo en la campaña pasada.
Lo que no entiende la ex priísta, ex perredista y hoy morenista, es que sus estrategias están tan desgastadas y devaluadas, como su imagen política.
Y lo que es peor. ¿Con esos supuestos asesores y empleados en comunicación, que la están llevando de nuevo al precipicio, para que quiere enemigos políticos?
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