Yo no me llamo Javier…
La canción “Yo no me llamo Javier”, que hizo popular el grupo Los Toreros Muertos, le vino muy bien al matador tlaxcalteca Rafael Ortega.
Y es que a modo de maldición, Andrés Manuel López Obrador presentó al torero tlaxcalteca con el nombre de “Javier” Ortega Blancas.
El aludido hizo mutis en el zócalo de Apizaco, pues evidenció que el candidato presidencial de Morena-PT-PES, ni siquiera lo conoce.
Al darse cuenta de su error, AMLO corrigió de inmediato el nombre de quien dijo, es un gran torero y eficiente político.
De nuevo otro yerro imperdonable del abanderado que quiere ser Presidente de México, por la coalición “Juntos Haremos Historia”.
Sobre todo si se toma en cuenta que Rafael Ortega no es político, pues cuando lo ha intentando se ha llevado sendas derrotas.
Ahí está cuando contendió por el PRI para la alcaldía de Apizaco, donde perdió en la mesa ante Jorge Luis Vázquez Rodríguez.
O la paliza que le dio el actual candidato a legislador federal, Mariano González Aguirre, cuando buscó la diputación local con las siglas del PRD.
Ahora con la camiseta de Morena, el torero apizaquense busca llegar de nuevo al Congreso Local, de la mano de Lorena Cuéllar Cisneros.
Sin embargo, ayer en el mitin de Apizaco, López Obrador pareció darle el beso del diablo al eterno suspirante a político.
Ahora entendemos el llamado del Peje, para que sus simpatizantes también voten por los candidatos al Congreso Local y Federal.
Resulta que nadie conoce a los abanderados morenistas, pues se la han pasado echando la hueva en lugar de hacer campaña.
Ya veremos si al final el “Efecto AMLO” los favorece, pero por lo que vimos ayer en Zacatelco y Apizaco, no la tendrán fácil.
La visita de López Obrador a Tlaxcala evidenció que en Morena, no se quedan atrás las viejas prácticas políticas.
Más de 100 camiones provenientes del Estado de México, Morelos y Puebla, se destinaron para acarrear gente a los dos mítines.
Además del turismo electoral, también hubo un alto flujo de recursos que impactarán en el gasto de campaña de la coalición “Juntos haremos historia”.
Por citar algunos ejemplos, se repartieron gorras y camisetas con la imagen del candidato presidencial, incluso banderas en ambos eventos.
Sin faltar las tortas y los jugos del “lunch” que dieron a estudiantes y adultos mayores, a quienes incluso les ofrecieron una recompensa económica.
Finalmente Morena no logró el reto de superar los más de 15 mil asistentes que reunió José Antonio Meade en el recinto ferial de Tlaxcala.
Para colofón, mientras López Obrador partió a Jalapa, para continuar su campaña, el torero Rafael Ortega se quedó rumiando la siguiente estrofa:
Yo no me llamo Javier
deja ya de joder
yo no me llamo Javier
Comentarios