Miércoles negro
Varios actos violentos que se registraron en varios puntos del estado, acapararon el escenario mediático de los tlaxcaltecas.
Todo empezó en la madrugada del miércoles, con el extraño asalto a la casa del diputado Alberto Amaro Corona, en Papalotla.
Un comando armado de diez personas ingresó al domicilio del perredista para sustraer dinero y varios artículos personales.
En su camino balearon a dos Policías Municipales, que acudieron al llamado de auxilio sin armas y chalecos blindados.
La volcadura de una camioneta en la Tlaxcala-Puebla, con un saldo de un muerto y un herido, permitió detectar el origen de los sicarios.
Los delincuentes provenían de Puebla, lo que generó más dudas sobre el móvil del asalto, que fue parcialmente frustrado por la presencia de la policía.
El gobernador Marco Mena informó que las líneas de investigación apuntan al estado vecino, por lo que se solicitó la colaboración de las autoridades poblanas.
El escenario se complicó con el enfrentamiento que se registró en Ixtenco, entre pobladores y policías municipales.
La fallida recuperación de la presidencia municipal, desembocó en disturbios que dejaron lesionados y patrullas volcadas.
El alcalde del PES, Miguel Ángel Caballero Yonca, aparece como responsable, por desatender e ignorar el llamado al diálogo de la Segob.
Mientras Ixtenco se calentaba por la irresponsabilidad del presidente municipal, cerca de ahí un grupo armado baleo el domicilio de otro alcalde.
Estamos hablando del presidente municipal de Cuapiaxtla, Arturo Hernández Hernández, cuya casa recibió siete impactos de arma de fuego.
Los tres sucesos, más un bloqueo de la Vía Corta en Tlatelulco, trajeron ayer de cabeza a las corporaciones policiacas.
Queda claro que estamos ante actos la presencia de actos violentos aislados, pero no por eso deben dejar de resolverse con prontitud, pues da la impresión que la plaza se está calentado.
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