Tulio, un gobernador cercano a la gente
Se fue
Tulio Hernández Gómez, uno de los mejores gobernadores que ha tenido Tlaxcala.
Su legado
político es basto, más grande que los escándalos por su personal estilo de
gobernar.
Se llevó
los reflectores mediáticos cuando declaró que iba a gobernar Tlaxcala, con
"saliva y pulque"
Y atrajo
las miradas de todo el país, cuando contrajo nupcias con la primera actriz
Silvia Pinal.
Luego,
fue nota nacional por el trágico accidente de motocicleta, en el que casi
pierde la vida.
Lamentablemente,
los escándalos mediáticos opacaron el legado de su gobierno.
Fue el
único que ha gobernado Tlaxcala, sin filias ni fobias políticas, lo que lo hizo
grande.
Sin ser
parte de ese grupo político, dio continuidad a la obra de Emilio Sánchez
Piedras.
No solo
eso, aprovechó y mantuvo en su gabinete a los mejores cuadros del
sanchezpiedrismo.
Maríano
González Zarur, Alfonso Sánchez Ana, Tomás Munive y Alfonso Moreno, entre
otros, siguieron con él sus carreras políticas.
Lamentablemente,
ningún otro gobernador siguió ese ejemplo y reinventaron a Tlaxcala cada seis
años.
En el
sexenio de Tulio Hernández hubo obras magnas como el aeropuerto de
Atlangatepec, hospitales, centros vacacionales y el Estadio Santa Cruz.
Y se
fortaleció a los municipios con centros de salud, culturales, unidades
deportivas, mercados y carreteras.
Tulio
tenía la labia y la capacidad política para atraer presupuesto federal en
beneficio de Tlaxcala.
Fue
también un demócrata, respetando todas las ideologías, incluyendo las de su
propia familia.
Durante
su sexenio, se le veía caminar por Tlaxcala, sin escoltas, y no le negaba el
saludo a nadie.
Su
sencillez hizo que se ganara el cariño de los tlaxcaltecas, coreando su nombre
en cada evento, sobre todo en las corridas de toros.
Fue un
gobernador cercano a la gente, que vivió en la extrema medianía y que nunca
practicó el nepotismo.
Tulio
Hernández fue uno de los pocos políticos de la vieja guardia, que siempre
mantuvo lealtad al PRI.
Pero
sobre todo, como ex gobernador fue un respetuoso de las reglas del juego
político, al abstenerse de opinar sobre la política local.
Desde
hace varios años padecía de Alzheimer, lo que ya había encendido las alarmas,
porque una vez se extravió en la ciudad de México.
Y ayer,
durante su homenaje luctuoso en Palacio de Gobierno, reunió a los ex
gobernadores en su despedida.
Beatriz
Paredes, José Antonio Álvarez Lima, Alfonso Sánchez Anaya y Marco Mena,
estuvieron presentes.
Descanse
en paz.
victortamayo5@hotmail.com
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