Emilio Sánchez Piedras en el olvido
Si no fuera por el ímpetu de los últimos ayuntamientos panistas de Apizaco, hace tiempo que la memoria del que ha sido considerado el mejor gobernador de Tlaxcala, hubiera quedado en el olvido.
Ayer, al cumplirse el 42 aniversario luctuoso de Emilio Sánchez Piedras, el alcalde Pablo Badillo entregó una merecida presea a la Escuela Secundaria Federal 1 "Héroe de Nacozari".
Pero la emotiva ceremonia podría haber tenido mayor realce, si no fuera por el vació que le hizo la clase política tlaxcalteca.
La ausencia de la gobernadora Lorena Cuéllar fue tan notoria, como la señal política al designar al secretario de Gobierno, como su representante personal.
Envió a Sergio González Hernández, quien mantiene una pelea soterrada con Alfonso Sánchez García, por la candidatura de Morena al Senado de la República.
Fue más que obvia la incomodidad del titular de la SEGOB, al partir plaza en territorio sanchezpiedrista, donde se dio cita la familia del ex gobernador priista.
Y más ahora que el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya trata de preservar a la dinastía en el poder, con su hijo, el secretario de Infraestructura, al frente.
Sin embargo, el nepotismo no fue el legado de Don Emilio Sánchez Piedras, sino el de transformar al estado, como realmente lo hizo.
Hay un Tlaxcala antes, y otro Tlaxcala después de la era del ex gobernador apizaquense, quien tuvo la virtud de formar una clase política que le dio continuidad a su obra.
De ese grupo surgieron Beatriz Paredes Rangel, Alfonso Sánchez Anaya y Mariano González Zarur, así como otros destacados políticos tlaxcaltecas.
Eran tiempos en que los cargos públicos eran ocupados por personas con capacidad profesional, no en base al reparto de cuotas y a evidencias de que estuvieron en campaña.
Por eso estamos como estamos.
victortamayo5@hotmail.com
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