La misma gata…

La misma gata…

El escándalo por el Fideicomiso de Morena demostró que habrá cambio partidista en la Presidencia de México, pero no de mañas.

 

Si todos los mexicanos pensamos que por fin se acabó la corrupción política-electoral, parece que estamos equivocados.

 

El PRI nos salió con el "Pemexgate" y el PAN con los "Amigos de Fox", en la triangulación recursos con fines ilícitos en campañas políticas.

 

Pero resulta que Morena, quien enarboló la lucha contra la corrupción, también realizó las mismas prácticas en las elecciones pasadas, por lo que fue multada por el INE.

 

La sanción provocó que Andrés Manuel López Obrador arremetiera contra los contra consejeros y críticos, calificando el hecho de una venganza política.

 

En sus palabras, el virtual presidente electo asegura que el Fideicomiso de Morena no es de Morena, sino se trata de un organismo privado.

 

Lo que no logra explicar es por qué esa triangulación de recursos estuvo administrada por operadores de Morena, con nombres y apellidos.

 

Sin importar que tras su lanzamiento, Morena informó sobre la constitución del Fideicomiso para ayudar a víctimas de los sismos.

 

A través de ese mecanismo se realizaron depósitos millonarios, de los cuales hubo cientos de depósitos bancarios por 50 mil pesos que se hicieron en carrusel.

 

No sólo eso, ante los cuestionamientos, Andrés Manuel López Obrador perdió de nuevo las formas y lanzó amenazas veladas.

 

"Todo esto se ha difundido mucho en los medios conservadores, no se me va a olvidar, no es que quiera actuar yo de manera vengativa. Yo no odio pero no olvido; yo perdono pero no olvido", dijo.

 

Lo anterior mereció cuestionamientos en el escenario mediático, entre ellos del periodista Héctor de Mauleón, quien twitteo: ¿Este es el discurso responsable de un presidente electo?

 

Por fin,  ¿no que las cosas iban a cambiar? Es pregunta.

 

victortamayo5@hotmail.com