Operación cicatriz
Es evidente que la 4T quedó fragmentada en Tlaxcala, a raíz del proceso electoral pasado, por lo que requiere de una urgente operación cicatriz, de cara a las elecciones de 2027.
En el escenario político estatal, sobre todo al interior de la coalición gobernante, se percibe un gran malestar, por la forma en la que fueron tratados opositores y aliados.
Nunca, en la historia política de Tlaxcala, se había utilizado la fuerza del estado para amedrentar y someter a los rivales políticos, mucho menos a los de casa.
Y ningún gobernante anterior se atrevió a tanto, no porque no lo hubiera deseado, sino por los riesgos de poner en juego la estabilidad política del estado.
Las herramientas del estado solo se habían utilizado en casos que pusieran en riesgo la gobernabilidad, no para la persecución política.
El Partido del Trabajo fue el más lastimado, pues en aras de impedir su triunfo electoral en distritos y municipios, se levantaron denuncias fast track contra sus candidatos.
En la mira estuvieron Rodrigo Salazar Cuahtle, candidato al Senado; Miguel Ángel Covarrubias, candidato a diputado local; además del alcalde de Zacatelco y su hermano, Hildeberto y Francisco Pérez Álvarez.
También, el alcalde de Huamantla, Salvador Santos Cedillo, sufrió la embestida del poder para truncar su aspiración de reelección por el Partido Verde.
No fueron los únicos aliados afectados, también liderazgos de la "chiquillada" recibieron amenazas por reclamar que se cumplieran los compromisos de la coalición.
Los partidos de la 4T pactaron alianza en 11 distritos locales y contender solos en los 60 ayuntamientos, pero con el acuerdo de respaldar al que llegara mejor posicionado al día "D", el de la jornada electoral.
No solo no les cumplieron a Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México, Nueva Alianza y Partido Verde, sino que les arrebataron triunfos en algunos municipios como Santa Cruz Tlaxcala y Tetla. Y quizá una diputación pluri.
La 4T podría tener un problema para hacer valer la mayoría calificada en la próxima legislatura, si antes no lima asperezas con sus aliados, quienes sienten que han sido tratados peor que los opositores.
Lo peor es que conforme se acerque el proceso electoral de 2027, se prevé que aumenten las amenazas y la persecución contra quienes se vayan por la libre.
Y con ello se incrementaran los riesgos de ingobernabilidad e inestabilidad política. Al tiempo.
victortamayo5@hotmail.com
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